Así, Felipe VI ha iniciado su tradicional discurso navideño felicitando la Navidad y el Año Nuevo y su vocación como Rey de servir a "España con lealtad, responsabilidad y total entrega" y ha añadido que "os agradezco que me permitáis nuevamente compartir con vosotros unos minutos en esta noche tan especial. Y lo primero que quiero hacer, naturalmente, es desearos —junto a la Reina, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía— la mayor felicidad y paz en estos días en los que nos reunimos con nuestras familias y seres queridos".
Asimismo, en su mensaje de Navidad, Felipe VI ha admitido que Catalunya es una de las "serias preocupaciones" que tiene España y ha instado a fortalecer los valores que han sustentado la democracia española y especialmente el entendimiento dentro de la Constitución.
Así, Su Majestad ha señalado que "la voluntad de entendimiento y de integrar nuestras diferencias dentro del respeto a nuestra Constitución, que reconoce la diversidad territorial que nos define y preserva la unidad que nos da fuerza" y ha puntualizado que "confiemos en España y mantengámonos unidos en los valores democráticos que compartimos para resolver nuestros problemas; sin divisiones ni enfrentamientos que solo erosionan nuestra convivencia y empobrecen nuestro futuro".
En su discurso, el Rey ha destacado que "es mucho lo que hemos construido juntos, lo que juntos hemos avanzado. Y podemos sentirnos muy orgullosos de los valores que inspiran a nuestros ciudadanos, de la energía, la vitalidad y el dinamismo de nuestra sociedad y de la solidez de nuestro Estado".
En esta línea, Felipe VI ha querido dejar claro que "¡no debemos caer en los extremos, ni en una autocomplacencia que silencie nuestras carencias o errores, ni en una autocrítica destructiva que niegue el gran patrimonio cívico, social y político que hemos acumulado".
"El progreso de un país depende, en gran medida, del carácter de sus ciudadanos, de la fortaleza de su sociedad y del adecuado funcionamiento de su Estado", ha advertido el Monarca, quien ha añadido que "debemos tener más que nunca una confianza firme en nosotros mismos y en España, que siempre ha sabido abrirse camino cuando hemos afrontado el futuro con responsabilidad, con generosidad y rigor; con determinación, pero también con reflexión y serenidad".
Su Majestad ha reconocido también que sin "tiempos de mucha incertidumbre, de cambios profundos y acelerados en muchos ámbitos que provocan en la sociedad preocupación e inquietud, tanto dentro como fuera de nuestro país" como los "movimientos migratorios, la desigualdad laboral, el cambio climático...".
En este sentido, el Rey ha hecho referencia también a la falta de empleo y las dificultades económicas que viven muchos españoles. "Es un hecho que en el mundo —y también aquí—, en paralelo al crecimiento y al desarrollo, la crisis económica ha agudizado los niveles de desigualdad", ha advertido.