Así lo ha expuesto ante el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, durante su intervención en la reunión de alto nivel ‘Caring for Climate’, organizada por Global Compact en la COP25.
Durante su participación en el panel ‘Our only future – the Role of the Private Sector in Reaching 1,5oC and Net-Zero’, el presidente de Iberdrola ha recordado que la compañía se adelantó hace 20 años a la transición hacia una economía baja en carbono, de forma que, a día de hoy, sus emisiones son una cuarta parte de las de sus competidores en Europa. “De hecho, ya producimos con cero emisiones en muchos de los países donde estamos presentes, como Reino Unido, Alemania o Portugal”, ha explicado Galán.
Para llegar a esta posición de liderazgo, Iberdrola ha invertido más de 100.000 millones de dólares en las últimas dos décadas en renovables, redes inteligentes y almacenamiento eficiente. Asimismo, adelantó que la compañía seguirá invirtiendo en estas actividades a un ritmo de 10.000 millones de dólares al año. Como resultado de este esfuerzo, la compañía es hoy líder global en energías limpias y digitalización de redes, y a estar entre los primeros en financiarse con bonos verdes.
La evolución de Iberdrola pone de manifiesto, por tanto, que la transición hacia una economía baja en carbono es una fuente de oportunidades. En este sentido, Ignacio Galán ha manifestado que “hemos impulsado la transformación de industrias intensivas que estaban en declive hacia sectores de futuro, como es el caso de los astilleros que ahora fabrican componentes para eólica marina, y hemos promovido nuevas empresas como, por ejemplo, las relacionadas con los contadores inteligentes o los componentes para plantas fotovoltaicas”.
En esta transición, el papel del sector eléctrico, responsable del 25% de las emisiones, es clave: es necesario sustituir las tecnologías contaminantes por energías renovables y promover la electrificación de otros sectores como el transporte y los sistemas de calefacción.
“La transición energética es posible, ya que contamos con la tecnología necesaria a un coste competitivo, pero tenemos poco margen. El tiempo de actuar es ahora”, ha afirmado Ignacio Galán, quien ha añadido: “Como dice la Comisión Europea, estamos ante la oportunidad de un renacimiento industrial, creando empleos y bienestar para todos”.
Iberdrola comprendió, hace ya casi dos décadas, que el cambio climático era un desafío real para la humanidad que requería una actuación urgente, en la que el sector eléctrico era clave para aportar soluciones con las que combatir este problema global.
Tras la aprobación en 2015 del Acuerdo de París y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, Iberdrola incorporó su cumplimiento a su estrategia y Estatutos. Así, en consonancia con su actividad, la empresa enfoca su esfuerzo en la acción por el clima (ODS 13) y en el suministro de energía asequible y no contaminante (ODS 7).
En el contexto de la COP25, Iberdrola reitera su compromiso con un escenario climático alineado con un aumento máximo de la temperatura de 1,5oC y con un marco adecuado de condiciones laborales y de transición justa en el proceso de descarbonización. Ambos compromisos se han formalizado con la adhesión de la empresa a dos pledges impulsadas por organizaciones y gobiernos directamente implicados en el Climate Action Summit de Naciones Unidas del pasado mes de septiembre (UN Global Compact, BTeam y Gobierno de España).