Su llegada a Cort dejó indiferentes a pocos. Algunos ya le tenían la medida tomada y sabían los milagros que el santo podía ofrecer, otros en cambio, tenían elevadas expectativas en usted.
Entendemos la provocación como una forma de poner el foco sobre un tema y llamar la atención. Claro que sí. No somos unos mojigatos, pero lo suyo, señora Vivas, no es provocación inteligente, es un ridículo. El ridículo.
El absurdo.
Bien por usted por asumir todas las responsabilidades derivadas de la polémica por la campaña del lenguaje anti racista. Pero… ¿Tanta falta hacía iniciar una lucha contra la nomenclatura popular del dinero “negro”? ¿Cambiará eso la vida de los vecinos de Palma? ¿Evitará, en serio, que un inmigrante pueda sentirse discriminado? ¿Favorecerá la convivencia armónica entre unos y otros?
A parte de dar por buenas este tipo de transacciones opacas y fraudulentas contra las que tan efusivamente luchan las altas instancias gubernamentales, ha caído usted en el ridículo más espantoso. Dio una subvención de 2.300 € a una entidad por realizar una campaña para combatir el lenguaje racista, pero no lo justificó. No se cercioró, ni usted ni nadie de su equipo, que la campaña era satisfactoria.
No reproduciremos los memes que, instantáneamente, empezó a generar la propuesta de referirse al “dinero negro” como “dinero B”. No hace falta, ya todos los hemos visto. Ya nos hemos reído. Ya nos hemos sonrojado y ya hemos tenido que contemplar un nuevo sainete.
Un nuevo sainete que pagamos todos los vecinos de Palma. Queramos verlo o no queramos verlo. Nos divierta o no nos divierta. Por qué… ¿Cuántas subvenciones de este estilo ha dado, señora Vivas, hasta ahora? ¿Cuántas no se han justificado? Si no hubiese trascendido el ridículo del “dinero negro” en las redes sociales, no nos preguntaríamos ahora cuántas subvenciones de este estilo ha otorgado… (¡Benditas redes sociales!).
Señora Vivas: Manca finezza en las acciones que impulsa desde su regiduría. Repetimos: entendemos la provocación inteligente, pero no compartimos bajo ningún concepto la provocación gratuita y vacía de intención y contenido.
No entraremos a cuestionar la idoneidad de la subvención anti lenguaje racista, eso serían otros temas. Pero sepa, señora Vivas, que “negras sombras” (¿o mejor decimos “oscuras y densas dudas”?) planean sobre su política de subvenciones.
Su intento por desvincular a la entidad que ha diseñado tal esperpento, de cualquier responsabilidad es elogiable. Se lo aplaudimos. Pero lo que no es normal, es asumir responsabilidades y manifestar que a partir de ahora “lo supervisará todo personalmente”.
¿Acaso no dispone de buenos técnicos en Cort? ¿No se fía de ellos? Sepa, señora Vivas, que saber delegar es tan importante como saber liderar equipos. Con sus declaraciones está dando a entender que solo usted puede ponerse al frente de todo. Solo usted es válida, solo usted está capacitada...
A eso se le llama ser “un salvapatrias”, o un “perdonavidas”, y no podemos tampoco compartirlo. Con dinero público, no.
Sus hechos y sus palabras no están alineados señora Vivas. No se corresponden.
En definitiva, señora Sonia Vivas, regidora de Justicia Social, Feminismo y LGTBI en el Ajuntament de Palma:
Deje de buscar absurdos protagonismos. Se ha visto usted obsequiada con un área donde hay mucho por hacer y donde puede generar proyectos muy bonitos, pero no vaya subvencionando alegremente cualquier tipo de idea, y más aún, sin contrastarla ni justificarla.
Aprenda a delegar. Confíe en sus técnicos, les presuponemos profesionalidad y buen hacer. Aplique la transparencia y haga política por y para el pueblo, no solo para usted y sus adláteres.
No olvide señora Vivas, que los sainetes eran piezas breves en el intermedio de una gran función. Esta función es ahora la legislatura. ¿Está usted segura que quiere seguir protagonizando sainetes?
