Durante la jornada, además de realizar las tareas de reforestación, los alumnos, divididos
en pequeños grupos, han puesto en práctica el método científico, aplicando la técnica de muestreo para cuantificar la totalidad de árboles y arbustos reforestados con anterioridad,
y así poder determinar si estos trabajos están teniendo éxito.
En total contaron 95 pinos y 32 acebuches en buen estado, así como 68 ejemplares muertos que no han tenido la resiliencia suficiente para soportar los últimos dos años de
sequía y veranos calurosos.
La conclusión es que el estado de esta zona es bueno en términos generales así como se
puede ver por la gran cantidad de especies que se encuentran y los rebrotes que han
salido de forma natural.
Al final de la jornada, se sembró al menos un ejemplar de encina, mata o pino en sustitución de cada ejemplar muerto, además de añadir ejemplares nuevos en zonas en
las que aún no se había trabajado.