Los resultados de Endesa de los nueve primeros meses del año han seguido la buena línea marcada por los presentados hasta junio, lo que permite anticipar la consecución de los objetivos para el ejercicio 2019 comunicados por la empresa al mercado en el marco de su Plan Estratégico.
La buena gestión del mercado liberalizado, en un entorno muy complicado, tanto en el negocio de electricidad como en el de gas, sigue siendo el factor clave de estos buenos resultados, a lo que se han sumado la estabilidad del mercado regulado y el éxito en el esfuerzo de contención de costes.
Por otro lado, cabe destacar que se ha producido una significativa caída en la demanda de energía eléctrica durante los nueve primeros meses del ejercicio (-3% en términos ajustados) como consecuencia de las altas temperaturas del período y del impacto de la ralentización de la economía sobre el consumo energético de las grandes empresas.
Además, se ha registrado un incremento en el precio de los derechos de CO2, una caída significativa del precio del gas y una menor disponibilidad de la generación hidráulica, lo que ha llevado a que las centrales de carbón hayan sufrido una importante falta de competitividad en la cobertura de la demanda de mercado y a que, por consiguiente, hayan acentuado su exclusión de este. Por este motivo, y ante la clara ausencia de perspectivas de mejora en el futuro, la compañía anunció en septiembre la decisión de promover la discontinuidad de la actividad de estas centrales y, en consecuencia, realizar un deterioro contable de su valor que, finalmente, ha ascendido a 1.398 millones de euros con un impacto en el resultado neto de 1.052 millones de euros.
Este deterioro contable no tiene impacto en el beneficio neto ordinario de la compañía, y, por consiguiente, tampoco en la retribución a los accionistas a través del dividendo.
A su vez, la mencionada situación del mercado está provocando la aceleración del proceso de descarbonización del parque de generación eléctrica en España. En este contexto, Endesa ha incrementado sustancialmente las inversiones necesarias para impulsar el desarrollo de los 879 MW de nueva potencia en energías renovables que se adjudicó en las subastas organizadas por el Gobierno en 2017.
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha afirmado que "las inversiones en energías renovables y en digitalización que la empresa está afrontando son elemento clave para continuar ofreciendo buenos resultados en un mercado cada vez más complejo. El 50% de todas nuestras inversiones y el 80% de toda la inversión de desarrollo en estos primeros 9 meses ha sido para proyectos renovables. Seguimos así en la senda de liderar la transición energética en España, como lo demuestra nuestra cartera de nuevos proyectos renovables, que asciende a unos 12.000 MW en estos momentos, de los que 4.600 MW ya tienen adjudicados puntos de conexión”.
Evolución de las principales magnitudes económicas
La evolución de las principales magnitudes económicas de la empresa en los primeros nueve meses de 2019 ha sido la siguiente:
- El EBITDA ha crecido un 4% respecto del mismo periodo del ejercicio anterior gracias a la buena evolución del negocio liberalizado, a la estabilidad del negocio regulado y al éxito en el esfuerzo de contención de los costes fijos.
- La estrategia de la compañía en el mercado liberalizado le ha permitido incrementar el EBITDA de este negocio en un 18%, hasta situarlo en 1.160 millones de euros.
- El margen bruto del negocio liberalizado ha aumentado un 9%, hasta alcanzar los 2.043 millones de euros. Este incremento se ha debido fundamentalmente a:
- La resistencia del margen integrado eléctrico, (los costes variables están prácticamente planos, -0,4%) en un entorno de mercado marcado por la menor demanda, el descenso de la producción hidráulica así como los mayores precios del CO
- La positiva contribución de la filial de renovables de Endesa -Enel Green Power España (EGPE)- cuyo EBITDA ha ascendido a 160 millones de euros, como consecuencia principalmente de la aceleración del esfuerzo inversor en renovables así como de la consolidación de las instalaciones adquiridas a Gestinver.
- La mejora del margen en el negocio del gas (+71%), hasta alcanzar los 183 millones de euros.
- El EBITDA del negocio regulado ha caído un 4%, hasta 1.738 millones de euros, por el descenso del EBITDA que se ha registrado en la generación de los territorios no peninsulares. Sin embargo, el margen del negocio de distribución se ha mantenido estable en el conjunto del territorio cubierto por esta actividad. El EBITDA del negocio regulado representa el 60% del total de Endesa.
- Además, la compañía ha realizado un gran esfuerzo de contención de costes: la evolución de los gastos fijos de explotación se ha reducido en un 1% en términos ajustados en un periodo caracterizado por el fuerte incremento de la inversión en energías renovables realizada por la
- El EBIT ha descendido un 80% debido, principalmente, al deterioro del valor de las centrales de carbón por valor de unos 1.398 millones de euros, así como al impacto de la NIIF 16, es decir, de la nueva normativa internacional que obliga a activar los contratos de arrendamiento. La aplicación de esta normativa ha tenido un impacto de 23 millones de euros en las amortizaciones vigentes a 30 de septiembre.
- Los costes financieros se han incrementado como consecuencia fundamentalmente de la actualización financiera de las provisiones para la optimización de la plantilla, al desmantelamiento de instalaciones y al impacto de la aplicación de las NIIF 9 y 16 por un total de 37 millones de euros respecto del año anterior.
Cash flow operativo, deuda financiera neta e inversiones
- El cash flow operativo de Endesa ha sido de 1.810 millones de euros en los nueve primeros meses de 2019, es decir, un 59% más elevado que el del mismo periodo de 2018, debido, principalmente, al incremento del EBITDA y a la mejora del capital circulante (+526 millones de euros).
- La deuda financiera neta ha aumentado en 1.455 millones de euros con respecto a la registrada el 31 de diciembre de 2018. Esto ha sido consecuencia de varios factores, entre los que destacan el impacto de la entrada en vigor de la NIIF 16 anteriormente mencionada, que ha supuesto registrar un incremento de 271 millones de euros en la deuda neta a 31 de diciembre de 2018; las inversiones realizadas para el desarrollo de nuevos parques de generación renovable, y el pago del dividendo con cargo a los resultados de 2018, por importe de 1.511 millones de euros.
- La ratio de deuda neta sobre EBITDA es de tan solo 1,9 veces, lo que da un amplio margen a la compañía para afrontar el fuerte proceso de inversión en energías renovables y digitalización que ha decidido llevar a cabo para cumplir su Plan Estratégico y los objetivos de la transición energética.
- Las inversiones brutas se han situado en 1.502 millones de euros, con un crecimiento del 73%, debido principalmente, como antes se ha señalado, al esfuerzo que está realizando la compañía para el desarrollo de nueva potencia eólica y fotovoltaica, así como en materia de transformación digital.