"Si estamos apurados económicamente, una tarjeta de crédito no es la solución", ha asegurado Monserrat. Para el economista no tiene sentido que todos los clientes "tengan que pagar unos intereses generalizados del 20%. Los bancos deberían estudiar cada caso y aplicar esos intereses tan altos sólo en determinados momentos. Y si el solicitante no es insolvente, pues no se le debe facilitar el acceso a una tarjeta de estas".
"Para nosotros la usura empieza en unos intereses del 8%, así que imagínate en el caso del Sabadell, donde se llegó hasta el 40'87%. Bien es cierto que seguramente el cliente dejó de pagar en algún momento y la deuda empezó a dispararse", ha manifestado Rodríguez, de Consubal.
"Desde el El Banco de España se deberían fijar los tipos de intereses máximos, pero no es más que un invitado de piedra. Sus informes y recomendaciones no sirven para nada, son papel mojado", ha añadido Monserrat.