El alcalde de Palma, José Hila, ha asegurado que esta "medida forma parte de nuestra estrategia para una ciudad sostenible. Beber agua del grifo supone una medida muy importante en esta línea, ya que ahorra recursos y produce menos residuos de plástico".
Según datos facilitados por la empresa municipal, cada ciudadano genera unos cinco kilos de residuos de plástico derivados de su consumo de agua embotellada, que se situaría entorno a los 175 litros anuales. Así, el peso total de estos residuos alcanzaría las dos mil toneladas si se tuviera en cuenta a toda la población. Con esta nueva medida, Cort pretende proporcionar agua de mineralización débli y así incrementar el consumo por parte de la ciudadanía y de los bares y restaurantes de Palma.
Ramón Perpinyà, presidente de Emaya, ha recordado que "actualmente el agua de Palma es potable". "Tiene todas las garantías para el consumo humano, se controla y analiza de forma continuada. Cada vez son más las personas que la consumen", ha concluido.
SE PODRÁN TRATAR HASTA 1.000 LITROS POR SEGUNDO, EL DOBLE QUE HASTA AHORA
Este proyecto también multiplicará por dos la capacidad de tratamiento de agua procedente de las fuentes que abastecen Palma, pasando de 500 a 1.000 litros por segundo. De esta manera se podrán disponer anualmente de unos tres hectómetros cúbicos de agua procedentes de recursos renovables y sostenibles.
Perpinyà ha declarado que "se trata de un proyecto que nos permite adaptarnos mejor a los cambios que está provocando la actual crisis climática, porque se producen cada vez más lluvias intensas en poco tiempo". "Con el nuevo sistema", ha continuado el representante municipal, "se podrá aprovechar el agua en esos momentos de máximo caudal, un agua que antes se perdía". Emaya espera reducir así la dependencia del agua desalada y la necesidad de extraer agua de los acuíferos, que se podrá reservar para aquellas épocas con menos lluvias.
NUEVAS INSTALACIONES
El proyecto contempla la construcción de una edificación de 600 metros cuadrados en Son Tugores, en el mismo recinto que ocupan actualmente las instalaciones de tratamiento de Emaya. Las obras tienen un plazo de ejecución de unos 20 meses y tendrán un coste de 4.255.000 euros. El proyecto ha sido adjudicado a la UTE Aquambiente SAU - Suez Treatment Solutions S.A.U.