Según ha apuntado en un comunicado el Instituto Armado, el detenido accedía al interior de las explotaciones de madrugada forzando puertas o ventanas de las casetas de aperos, naves agrícolas y casas de campo, y sustraía las baterías de la maquinaria agrícola y herramientas.
Posteriormente, vendía los efectos robados en diferentes empresas de reciclaje o de compraventa de segunda mano.
Tras su detención, se han recuperado cuatro vehículos que había robado y que el autor utilizaba para desplazarse hasta las zonas donde perpetraba los ilícitos, un total de 300 kilos de baterías de motores de riego, así como diversa maquinaria y herramientas.
Todos los efectos recuperados han sido entregados a sus propietarios. El juez ha decretado el ingreso en prisión del detenido.