En un comunicado, han explicado que la operación se ha desarrollado junto a la Guardia Civil. Los agentes iniciaron la investigación por las sospechas policiales y las numerosas quejas vecinales registradas sobre este local, situado en la calle Walter Benjamin.
La Policía Local comprobó que accedía gente que no era miembro del supuesto club de cannabis y se trasladó la información a la Guardia Civil. A lo largo del verano, los agentes de ambos cuerpos de seguridad han hecho un seguimiento del establecimiento para determinar la legalidad de la actividad del local y se ha comprobado que se estaban cometiendo infracciones penales por la venta de sustancias estupefacientes en la vía pública, lo que supone un delito contra la salud pública.
Además, por su parte, el departamento de Urbanismo y Actividades del Ajuntament llevó a cabo una inspección para realizar un control de la actividad, comprobándose que el local no tenía licencia de actividad. El club de fumadores siguió funcionando, una vez se notificó su paralización y clausura con la advertencia de que su incumplimiento comportaría su ejecución forzosa.
Tras incumplir la orden, los cuerpos de seguridad procedieron al registro domiciliario el sábado y se incautaron de una gran cantidad de sustancias estupefacientes y detuvieron al gerente de la asociación cannábica.
Una vez realizadas todas las diligencias judiciales pertinentes, la Guardia Civil pasó a disposición judicial al detenido, mientras que la Policía Local, con agentes adscritos a la Unidad de Medio Ambiente, realizó las gestiones oportunas para proceder al precinto del local.
Por último, tras comprobar la documentación de la actividad, el Ajuntament de Sant Antoni decretó el cierre del local al no disponer de licencia y no cumplir con la normativa actual.