La filial mallorquina del touroperador británico Thomas Cook, que hace apenas una semana se declaró en quiebra, ha sido finalmente presentada a concurso de acreedores.

Según ha indicado el rotativo Última Hora, los trabajadores conocieron ayer por la tarde el final del gigante británico en su sucursal palmesana, en la que trabajan 760 personas. Tal y como se presenta esta situación, los empleados desconocen qué pasará exactamente con su situación laboral.

Al parecer, los directivos de la empresa convocaron ayer a una reunión y confirmaron la caída de la filial mallorquina de Thomas Cook. Los empleados no han cobrado las nóminas de septiembre y se calcula que serán despedidos al menos en un 90%.

Los sindicatos se reunirán con ellos a principios de la próxima semana.

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