También rompió en trozos un cuadró de Miró e intentó hacer que su padre se lo comiera, todo ello ignorando la orden de alejamiento que tenía impuesta respecto de sus progenitores.
En la vista oral que ha tenido lugar este miércoles, el hombre ha admitido los hechos y se ha llegado a un acuerdo entre las partes por los que se le ha rebajado en dos años la condena inicial y se ha apreciado como atenuante que en el momento de los hechos tenía mermadas sus facultades por su adicción a las drogas.
Además, mediante el acuerdo alcanzado, el hombre deberá pagar 1.440 euros de multa y 22.205 euros en concepto de responsabilidad civil, 11.000 de ellos derivados de la destrucción del cuadro de Miró. También pesa sobre él una orden de alejamiento de 11 años.
Los hechos tuvieron lugar en octubre de 2018. El hombre, que ha sido condenado anteriormente por quebrantamiento de condena, tenía una orden de alejamiento, como medida cautelar, dictada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Manacor, por la que no podía aproximarse a menos de 100 metros del domicilio de sus padres, de 81 y 76 años de edad.
La Fiscalía sostiene que el hombre rompió el marco y el bombín de la puerta de la casa y entró en la vivienda, donde presuntamente cogió por el pelo a su padre, lo arrastró por las escaleras y se sentó sobre su abdomen, presionándole el cuello con la rodilla. "Si intentaba decir algo, el acusado le golpeaba en la cara con el puño cerrado", subraya el relato del fiscal, que apunta que cuando la mujer intentó mediar, también la golpeó mediante manotazos.
El escrito de acusación, ahora confirmado, detalla que esta situación se prolongó durante tres horas, y que durante ese tiempo el hombre estuvo agrediendo a sus padres, insultándoles y amenazándoles diciendo que había venido a matarlos y que había pagado 2.000 euros a un sicario. "Soy el puto amo aquí, ahora sabréis lo que es dormir en la calle", les espetó.
También ha sido condenado por haber amenazado con un cuchillo a su padre pasándoselo por la cara y la mejilla, y de haberles advertido de que iba a quemar la casa y los coches de sus padres y su hermano. De hecho, quemó parte de la barba a su padre con un mechero y les arrojó vino por la cabeza, además de escupirles en la cara. Cuando el padre pudo incorporarse comenzó a vomitar debido a los golpes.
El relato del fiscal continúa señalando que el hombre exigió a su madre la cartilla del banco y su código PIN, diciéndole que pensaba ir a Son Banya a comprar cocaína. La mujer se lo entregó por miedo.
El acusado causó numerosos destrozos en la vivienda, rompiendo el teléfono, el router, un televisor, un móvil, y arrojando por el suelo la comida de la nevera. Además, el acusado rompió dos cuadros, uno de ellos del pintor D. Mayol y el otro un Miró dedicado personalmente a su padre, que dividió en pequeños trozos e intentó obligar a su padre a que se los comiera. "Cómetelo, come tu cuadro de Miró", le decía mientras le pegaba.
Finalmente, una de las víctimas consiguió huir de la vivienda y avisar a la Guardia Civil. Al llegar los agentes, el acusado trató de esconderse en la finca.
Respecto al cuadro de D. Mayol no ha sido tasado de momento pero el condenado también se tendrá que pagar una compensación económica por los daños causados.