El presidente de Consubal, Alfonso Rodríguez, ha intervenido esta mañana ante los eurodiputados y miembros de la comisión y ha hecho hincapié "en el problema de seguridad" que se podría plantear en un vuelo ante una situación de emergencia si "los menores no estuviesen sentados junto a sus familiares", o en el caso de personas con "algún tipo de discapacidad psíquica separados de sus acompañantes".
Para Rodríguez, la asignación de asientos separados tiene como objetivo "forzarles a cambiar de asiento, para conseguir asientos contiguos, previo pago de entre siete y 30 euros", algo que considera una "práctica abusiva".
Rodríguez ha salido "muy satisfecho" de la comisión y ha remarcado el apoyo y compromiso de los eurodiputados de IU Sira Rego y Manu Pineda. Además, ha agradecido las muestras de apoyo y la felicitación de la presidenta de la comisión, Dolors Monserrat.
Consubal presentó su queja ante el Parlamento Europeo en febrero del pasado año. Este, aseguran desde la asociación, entiende que "se podrían estar contraviniendo" algunas recomendaciones de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (Aesa) y, en especial, "la que determina que los menores de 12 años acompañados de un adulto tendrán que viajar en asientos contiguos o, como caso extremo, separados por una fila o por un pasillo".
Por su parte, Ryanair negó las acusaciones de "prácticas abusivas" realizadas por Consubal y aseguró que los niños que viajan en familia obtienen asientos asignados de forma gratuita.
La aerolínea tildó las acusaciones "falsas" y explicó que su política de asientos "está especificada de forma muy clara para sus clientes".
Según dijo Ryanair, a los clientes que no desean adquirir un asiento específico, se les asigna un asiento al azar, sin coste alguno, "por lo que esto es completamente una cuestión de elección por parte del cliente".