Según ha informado este viernes la Jefatura Superior de Balears en una nota de prensa, los hechos ocurrieron el pasado miércoles, a las 12.30h. Uno de los sospechosos se aproximó a un matrimonio de turistas británicos y presuntamente cogió con fuerza de la muñeca a la mujer, intentando quitarle un reloj de alta gama.
En ese momento se inició un forcejeo que captó la atención de varios transeúntes y testigos, lo que provocó que el atracador desistiera. Otro de los detenidos le esperaba en una motocicleta y ambos huyeron del lugar a gran velocidad. Este 'modus operandi' se ha repetido en sucesos similares en Palma en las últimas semanas.
Al lugar se personó una patrulla de la Policía Nacional que atendió a la víctima. La mujer presentaba numerosas heridas y arañazos en la muñeca y antebrazo izquierdo fruto del forcejeo. Los agentes recabaron datos de lo ocurrido y se entrevistaron con los testigos, y se dio traslado al grupo de la Policía Judicial de la Comisaría de Distrito Centro, que inició una investigación.
Las gestiones realizadas por los agentes permitieron identificar a los dos sospechosos, además de a un tercero que conducía otro vehículo. Los tres fueron detenidos ese mismo día sobre las 19h. A uno de ellos se le imputa también un delito de falsedad documental.
Con motivo del incremento de este tipo de robos, una modalidad de delincuencia "altamente especializada", según la Policía, se ha creado un equipo de cuatro agentes que integran el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito Centro.
Se están realizando gestiones para comprobar la verdadera identidad de uno de los supuestos autores y determinar si los sospechosos están implicados en otros robos similares, vinculados con bandas de origen napolitano.
Estos grupos llevan años operando en Eivissa, y últimamente han proliferado este tipo de robos en Mallorca, al igual que en otros puntos de la costa española.
Según la Policía Nacional, son "auténticos grupos organizados" con un claro reparto de tareas y jerarquías establecidas, así como "una gran capacidad de adaptación". Procuran permanecer poco tiempo en una misma zona -dos o tres días- y abandonan el país en cuanto han sustraído los relojes. Pueden coincidir o solaparse varios grupos independientes actuando en la misma demarcación.
Estos grupos vigilan a sus víctimas por zonas concurridas y establecimientos de lujo y utilizan la violencia para cometer los robos, hasta el punto de derribar a las víctimas o golpearlas. Después huyen con el apoyo de un conductor a bordo de una motocicleta, poniendo en riesgo la seguridad del tráfico. En ocasiones utilizan, además de la motocicleta, un automóvil para dar cobertura. Además, usan identidades ficticias para registrarse en hoteles o alquilar los vehículos, para lo que emplean documentación falsificada.
