La larga mano de la secretaria general oficialista de Ciudadanos Baleares, Joana Capó, ha movido cielo y tierra para conseguir que los militantes de su propia su cuerda política se hayan apoderado de las riendas del poder naranja en Ciutat, aunque haya sido a través de presuntas maniobras de manipulación.
El documento que acompaña esta información refleja todas las denuncias acumuladas por la candidatura que encabezó Mireya Valls de Porcioles y que ahora deberá analizar y juzgar la dirección nacional desde Madrid para poner orden en Palma.
Estas son las razones esgrimidas por los ‘críticos’ naranjas y que les impulsan a rechazar el proceso electoral interno, que perdieron por un escueto margen de 39 a 34 votos:
-Censo electoral
Solamente la candidatura ‘oficialista’ amparada por Capó tuvo acceso al censo de votantes. Al exigirse estar al día en el pago de las cuotas de afiliación para poder depositar el voto, los ‘oficialistas’ llamaron uno a uno a sus seguidores para recordárselo, cosa que no pudieron hacer los finalmente derrotados al no tener acceso a ese listado. Listado que estaba en manos de Joana Capó por su cargo orgánico.
-Horario de votaciones prolongado de forma irregular
El horario oficialmente establecido para poder votar se prolongaba desde las 18:00 a las 20:00 horas. Sin embargo, la mesa electoral (controlada por afines a Capó) permitió alargar el plazo hasta las 20:30. Según personas presentes en la sede de Ciudadanos, en esta última media hora la afluencia de seguidores ‘oficialistas’ fue intensa. Se comenta en círculos ‘naranjas’ que los rezagados fueron llamados uno a uno para que acudieran a depositar su voto ante las perspectivas de una derrota que, finalmente, los ‘oficialistas’ evitaron. Los ‘críticos’ se enteraron de la prolongación del horario de votación cuando ya se había sobrepasado el plazo inicialmente establecido por la propia dirección del partido, y que luego modificó unilateralmente.
-Más votos que votantes
En el recuento de los votos depositados en la urna se detectaron 74 papeletas, pero solamente habían votado 73 militantes. Evidentemente, alguien había votado dos veces o había depositado dos papeletas de una sola vez. Esta gravísima irregularidad, que condiciona radicalmente el resultado final, se solventó con una decisión cuanto menos chusca: por sorteo se eliminó una papeleta. Curiosamente, la papeleta finalmente eliminada otorgaba su apoyo a los ‘críticos’ de Valls de Porcioles.
-Papeletas desiguales
Las papeletas que los afiliados de Ciudadanos Palma pudieron utilizar en sus elecciones internas eran diferentes para cada una de las candidaturas, como se aprecia en los documentos que adjuntamos. Este hecho también ha sido esgrimido por los ‘críticos’ para demostrar ante el Comité de Garantías y Valores nacional naranja las chapuzas que han trufado el proceso electoral interno de la junta local de Palma del partido Ciudadanos.
Se espera la resolución desde Madrid de estas denuncias en fechas inminentes.