Viajas por todo el mundo, ¿estás cómoda frente a todos los públicos?
Sí, me encanta el escenario y cada vez es diferente. Hay peculiaridades en cada país y me doy cuenta de que la atmósfera, la reacción de las personas, no siempre es la misma. Pero en general, siempre es genial ver a todas esas personas en todo el mundo cantando en francés. ¡Wow!
¿Confías en lo que vendrá, es tu filosofía?
No sé si podemos decir que es mi filosofía, pero en cualquier caso construyo mi camino mientras avanzo. Creo que la vida es una experiencia y tú creas lo que vives.
¿Qué recuerdo guardas del público español después de tus conciertos en Madrid y Barcelona este año?
Fue genial. El público español es muy receptivo y en cada concierto hay un gran ambiente. Además durante el concierto, hay una canción que canto en español, “Que vendrá”. Cada vez es impresionante ver como el público se vuelca y canta la canción conmigo.
Los problemas humanitarios y sociales te preocupan, ¿Qué impacto intentas tener?
Hago mi parte, aporto lo que puedo. Evidentemente no podemos cambiar el mundo nosotros mismos, pero todos podemos ayudar a mejorar las cosas. Esto es lo que trato de hacer todos los días y, en particular, con mi proyecto Zazimut. Me doy cuenta de que con la música y mi notoriedad, podría acelerar las cosas, crear vínculos entre las personas, las ONG. Cuando como artistas tomamos la palabra para motivar a la multitud, funciona. Es genial. Y dentro de Zazimut, desarrollamos proyectos educativos para que todos podamos progresar en cuestiones de educación, bienestar, medio ambiente ...
Este 28 de agosto debutas en Mallorca. ¿Conoces la isla? ¿Qué tienes preparado para este concierto?
No conozco Mallorca, será la primera vez y no puedo esperar para estar allí. Será una gran noche el 28.