“Vivimos en un mercado global que no deja de cambiar continuamente, debemos aportar a nuestros comercios tradicionales las herramientas y ayudas necesarias para que puedan desarrollar su actividad sin quedarse desfasados” ha explicado Fuster. Mora, además, ha añadido que los pequeños comercios “conforman la fisionomía de los municipios de la isla” y que debemos ayudarlos “para que continúen siendo un sector dinámico y activo”.
Los dos presidentes, pese a la valoración positiva también han remarcado “la importancia de realizar políticas que vayan en consonancia con estas subvenciones”. Y es que estas ayudas económicas deben ir acompañadas de medidas que beneficien “el progreso del comercio autóctono de Mallorca, tanto de primera línea como de segunda. Sino son inútiles”.
Tanto a Mora y Fuster les preocupa el hecho de no realizar políticas complementarias a las subvenciones porque de no ser así, se puede crear una “situación de dependencia” del sector que no es “nada positiva”. “El comercio, al final, debe sobrevivir por sí mismo.” han asegurado.