Según fuentes cercanas al caso, se investiga si también los otros dos hijos menores sufrieron maltrato físico. Ambos menores presentaban lesiones físicas que han reconocido que fueron provocadas por un cinturón y un cable de teléfono.
La niña ha denunciado ante los técnicos de menores que las discusiones con sus padres provenían, entre otros temas, por negarse a ponerse el velo islámico que sus padres, de origen guineano y religión musulmana, le imponían.
Por su parte, el niño ha reconocido que "no saludar adecuadamente" también era una fuente de discusión, que terminaba con agresiones físicas por parte de los progenitores.
Fuentes cercanas a la investigación han relatado que la alarma saltó en el colegio, cuando los profesores se percataron de que podrían estar delante de un posible caso de maltrato y enseguida se activó el protocolo adecuado.
En concreto, se puso en conocimiento del Insitut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) el caso y se trasladó a los dos menores al centro de salud Escola Graduada. Una vez ahí, se pudo comprobar que las lesiones provenían de malos tratos y la Policía Nacional inició una investigación que en estos momentos todavía sigue abierta.
Agentes de la Policía Nacional procedieron a la detención de los padres el pasado lunes 12 de agosto y este miércoles, el juez ha ordenado el retiro de la custodia de los cuatro hijos al matrimonio y el envío de los niños a un centro de menores, donde se encuentran hasta que la investigación termine y se decrete la sentencia definitiva.