Según han informado, los agentes comenzaron la investigación tras la denuncia interpuesta por un robo cometido en la vivienda de la anciana, cuya hija había delegado su cuidado.
La investigación ha revelado que la sospechosa, gracias a la confianza que se había ganado, presuntamente empezó a robarle joyas. Los robos habrían empezado el pasado mes de julio.
Después de que los agentes policiales preguntaran a la cuidadora por el supuesto robo, esta negó los hechos en un primer momento. Sin embargo ese mismo día se dirigió al establecimiento donde trabaja la hija de la anciana y confesó su delito, supuestamente, por necesidades médicas urgentes.
Una vez detenida, la mujer ha pasado a disposición judicial el pasado lunes imputada por un delito de hurto en su modalidad grave.