Los miembros de la Comisión inciden en que la obligación de asistencia a personas que se encuentren en peligro en el mar "es uno de los principios básicos y esenciales del Derecho Marítimo y que ello conlleva la responsabilidad y la obligación de llevar a las personas rescatadas hasta un lugar seguro" (Regla 33 Capítulo V del Convenio SOLAS y artículo 3.1.9 del Convenio SAR, así como en la jurisprudencia del TEDH).
Asimismo, la sección de Derechos Humanos recuerda que, tal y como han denunciado organizaciones internacionales como, entre otras, Amnistía Internacional y Humans Rights Watch, "el Estado libio hoy es un Estado fallido y los refugiados recogidos por la guardia costera libia son tratados de forma degradante e inhumana, a menudo torturados e, incluso, en algunos casos vendidos como esclavos".
Precisamente por ello, tanto el Alto Comisionado de ACNUR, Filippo Grandi, como el director general de la OIM, Antonio Vitorino, efectuaron un llamamiento conjunto a la Unión Europea y a la Unión Africana instando a "hacer todo lo posible por evitar que las personas rescatadas en aguas del Mediterráneo sean desembarcadas en Libia, que no puede considerarse como puerto seguro, y a activar con urgencia un mecanismo de desembarco temporal, con el objeto de que se comparta la responsabilidad entre los Estados europeos, estableciendo que la prioridad absoluta debe ser proteger vidas".
Día 12.
El abandono.
151 personas invisibles siguen resistiendo en la cubierta #OpenArms pero cada día que pasa es más difícil.
Es infame el silencio de Europa.
La falta de humanidad y empatía les hace más culpables. pic.twitter.com/Dr88ab2Vi0— Open Arms (@openarms_fund) August 13, 2019