El partido Alternativa para Alemania (AfD, según sus siglas en alemán) ha destacado que los integrantes de este grupo “no son alemanes, sino que son turcos”.
Los cuatro acusados, efectivamente, son hijos o nietos de personas originarias de Turquía que emigraron en su momento a Alemania. Al parecer, todos los integrantes de la ‘manada de Cala Rajada’ son musulmanes, aunque los cuatro nacieron, tienen la nacionalidad, viven, trabajan y fueron escolarizados en Alemania.
Según están investigando la Fiscalía de Baleares y la Guardia Civil, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 3 de Manacor, los también turistas Serhat, Azad, Yakub y Baran –que así se llaman los implicados– obligaron de forma violenta a su compatriota a mantener relaciones sexuales con algunos de ellos en la habitación de su hotel, tras haberse prestado ella, tras una noche de fiesta, a acompañarles voluntariamente.
Horas después de perpetrarse la presunta violación, los cuatro fueron detenidos por la Guardia Civil en el aeropuerto mallorquín de Son Sant Joan cuando se disponían a embarcar apresuradamente para regresar a Alemania. Los empleados de la compañía de seguridad Trablisa les reconocieron en el control de pasajeros gracias a las fotografías enviadas por la Benemérita desde Cala Rajada tras activarse el protocolo de alerta por la denuncia presentada por la víctima la misma noche de los hechos.
Los cuatro detenidos, de entre 19 y 23 años, pretendían mantener relaciones sexuales con la joven turista pero, al negarse ella, dos desistieron y otros dos –Yakub y Serhat– la introdujeron a la fuerza dentro de una habitación, donde uno de ellos la violó mientras el otro la sujetaba. Asimismo, todo ello según la denuncia de la víctima, procedieron a grabar todo lo que estaba ocurriendo con un teléfono móvil.
Una vez que la víctima pudo abandonar el hotel, acudió a la Guardia Civil para interponer una denuncia por la presunta violación grupal que había sufrido. Los médicos de guardia que exploraron inmediatamente a la joven en el hospital de Son Espases certificaron que presentaba lesiones en el cuerpo en general y en la vagina en particular compatibles con una agresión sexual violenta.
El suceso ha conmocionado a toda Alemania. Mallorca es el destino vacacional de millones de ciudadanos de ese país y todo lo que aquí ocurre les produce un interés inmediato. Y más si se trata de actos de violencia entre jóvenes compatriotas.
Ante todo ello, Alternativa para Alemania, un partido situado a la derecha del espectro político germano y claramente en contra de la inmigración ilegal a Europa desde África y el mundo musulmán y, también, opuesto a las minorías étnicas que no siguen las tradiciones propiamente alemanas y mantienen las peculiaridades de sus países de origen, ha encendido la mecha de otro capítulo de racismo.
La presidenta del partido, Alice Weidel, ha dicho textualmente: “Los cuatro detenidos en Mallorca no son alemanes porque sus padres y abuelos son turcos”.
Paralelamente, los dos principales acusados están siendo apoyados por amigos y familiares a través de las redes sociales con la justificación de qué no hubo tal violación sino que las relaciones sexuales fueron consentidas por la presunta víctima, que se habría prestado en todo momento a mantenerlas con los dos jóvenes ahora ingresados en la prisión de Palma.
Sobre las lesiones físicas que registraba la denunciante, se señala desde estos mismos foros que la relación fue “intensa” y “fogosa”.
