En estos momentos se encuentran en su cuarta etapa, que comprende los 14,8 kilómetros que separan la localidad de Palas de Rei, en Lugo, y el pueblo de Melide, ya en la provincia de La Coruña.
Tras recorrer esta distancia, que se suma a otros 65 kilómetros anteriores, no es de extrañar que los caminantes le den una vital importancia a la higiene y el cuidado personal. Su director, el Padre Pablo Guerrero, lo tiene muy claro: una de las partes más importantes de este proceso es la limpieza de los pies.
Antes de comenzar el camino es fundamental elegir el tipo de calzado correcto, que sea cómodo y resistente para poder sobrevivir con éxito a las largas etapas que componen el Camino. Antes de iniciar la aventura, desde el Colegio San Cayetano se ha recomendado a los participantes el uso de zapatillas o botas de ‘trekking’, con una buena suela y no de estreno, sino utilizadas, al menos, durante unos 50 kilómetros.
Para explicarnos en qué consiste la rutina de higiene del grupo, el Padre Pablo Guerrero ha querido hacerles a sus alumnos algunas preguntas sobre el tema:
PADRE PABLO: ¿Cuál es tu experiencia sobre la importancia de la higiene en el Camino?
CARMEN RAMÓN: Como estamos caminando mucho tiempo por la mañana, cuando llegamos al final de la etapa lo primero que hacemos es ducharnos. Después podemos las sábanas bajeras en los colchones y, encima, el saco para estar completamente limpios.
PADRE PABLO: ¿Crees que la higiene se trata simplemente de lavar la ropa o es algo más?
ALEJANDRA TRUYOLS: Es algo más porque al principio pensábamos que íbamos a hacer algo aburrido. O sea, tareas de casa. Pero, al final, nos encontramos con un grupo de Huesca que estaba haciendo lo mismo que nosotros y estuvimos un montón de tiempo hablando y socializando con ellos mientras lavábamos la ropa. Esto hizo que fuera muchísimo más divertido y ameno el hecho de hacerlo.