Tal como ha explicado el regidor de Turismo y Playas del Ajuntament de Santanyí, Rafael Batle: “el hecho de tener la Bandera Azul es sinónimo de calidad, y esto es el que nosotros queremos ofrecer a quién nos visita y a nuestros vecinos. Nuestro objetivo es que los turistas que deciden venir a Santanyí valoren el entorno y el paisaje de nuestras playas y que además lo respeten. Si las instituciones somos los primeros a dar ejemplo, también lo harán quienes vienen a pasar sus vacaciones con su familia o amigos”.
Hay que recordar que desde el año pasado, el Ajuntament de Santanyí instaló una bomba
sumergida de impulsión de agua para evitar la proliferación de una alga que teñía la playa de verde.
Además, en el pliego de condiciones de explotación de los servicios de Cala Santanyí, el concesionario también es el encargado de repartir ceniceros para ayudar a mantener la arena en las mejores condiciones posibles.
La alcaldesa de Santanyí, Maria Pons, ha manifestado que: “la Bandera Azul es un sello de seguridad que confirma el buen estado del agua del mar, al mismo tiempo, que las playas cuentan con los servicios sanitarios y las medidas de seguridad que contempla la normativa europea. Es un paso más hacia la excelencia en materia turística que persigue nuestro municipio”.
