Para este cometido, tan beneficioso para la capital mallorquina, el turismo de cruceros es clave. Este tipo de visitantes, aseguran, es vital para mantener en pie el desarrollo de Ciutat.
En verano, sobre todo, el centro de Palma es una mina de empleo, lo que aporta un gran beneficio a nuestra sociedad. Si bien desde el sector se hace hincapié en que la llegada de los cruceros podría estar más repartida, una cosa está clara: los cruceros son fundamentales para mantener la economía balear.
Un tipo de turismo que se ve como muy positivo para el comercio local, que fomentan el consumo y dan vida al centro de Palma. Pese a que desde el sector se ve positivamente la regulación, se defiende que poner un límite de un crucero al día es una "locura política".