La vía Ronda de Maó es una zona oscura cuya peligrosidad es muy alta. Una peligrosidad que, sin embargo, podría reducirse con un paso de peatones.

A raíz del accidente ocurrido el pasado lunes, las alertas se han disparado, ya que un hombre de 83 años ha quedado gravemente herido por cruzar esta calle, de doble sentido, en la que, además, los vehículos exceden la velocidad máxima permitida.

Son 600 metros en el corazón de Maó en los que los viandantes se arriesgan a tener un accidente ya que la vía no tiene pasos permitidos para los que circulan a pie. La barriada, que ha crecido en número de vecinos y servicios, cada vez tiene más cartas para vivir accidentes como el del otro día.

La policía descarta, de momento, colocar otro paso de viandantes, si bien están pensando en instalar un radar fijo y dos móviles.