El matrimonio se ha sincerado a través de las redes sociales, donde han explicado que la ruptura se ha producido en términos amistosos y cordiales: “Somos una familia y siempre lo seremos. Decidimos amarnos para siempre y así será.
Lo eterno tiene la complejidad y la ventaja de transformar las maneras de amarse en otras direcciones sin destruir el cariño, la lealtad y la responsabilidad conjunta sobre nuestros hijos”. Unas palabras que ambos han compartido. “Nuestra familia está por encima de cualquier cosa...
Es diversa y bella, como la vida, y así permanecerá. El mundo cambia, nosotros también, siempre amorosamente”, han añadido, acompañando el mensaje de una fotografía en la que aparecen con sus dos niños, Dylan y Alma, de ocho y casi cinco años.
