Y esto existe también en la vida real. ¿No os ha pasado que tenéis una amiga que, por el motivo que sea, es a líder del grupo? Todo va muy bien hasta que tú decides manifestar que algo no te gusta o no te va bien. Cuando no les sigues el rollo te hacen el apartheid directamente.
Esto está sucediendo, y desgraciadamente, a cualquier edad. Desde niños, a adolescentes y también adultos. A la gente que cree en la bondad de los demás, que cree en la amistad, a todos esos que abren su corazón mostrándose vulnerables... Hay que tener cuidado. Los hay que te darán una palmadita y correrán a contárselo a los demás.
Después vendrá en amigo listo de turno y te dirá, "¿no te habías dado cuenta?". Pues no, no me había dado cuenta. El que es bueno, no es tonto. Y el que es confiable, tampoco.
Las personas que son chismosas, cotillas o que les gusta hacer leña del árbol caído, no es que sean más listos que los demás. Es que son unos cabrones. Así, con todas las letras. Nos lo tenemos que aplicar todos, y a nuestros hijos también. El que falla es aquel que abusa de nuestra confianza y bondad.