Este trabajo recoge sus conclusiones de una encuesta, confidencial y anónima, a 160 profesionales de Recursos Humanos, de cara a identificar sesgos inconscientes y actitudes discriminatorias, combinada con otra encuesta a 600 desempleados mayores de 55 años. Todo ello utilizando como contexto los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Los seniors: un terreno cada vez mayor entre los desempleados
Los desempleados mayores de 55 años tienden a incrementar su proporción sobre el total de parados, tanto a nivel nacional como en las Islas Balears. Así, si realizamos una retrospectiva con respecto a hace 10 años, observamos cómo entonces representaban un 6,9% del total de parados, mientras que hoy el porcentaje se incrementa al 11,2%.
ISLAS BALEARS
En miles de personas |
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Desempleados mayores de 55 años |
Total | % | |
Año 2009 | 7,7 | 110,8 | 6,9% |
Año 2019 | 11,9 | 106,2 | 11,2% |
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la EPA. Comparativa 1T 2009-2019
Probablemente la principal razón que subyace a este fenómeno es el envejecimiento poblacional. Las Islas Balears siguen la tendencia nacional y alcanzan su máximo histórico del índice de envejecimiento, registrando un 98% en 2018 frente al 83% de hace una década y que apunta a no dejar de incrementarse durante los próximos ejercicios.
En términos generales, el descenso bruto de la tasa de natalidad en las Islas Balears (mientras que en 2007 nacieron 11,62 niños por cada 1.000 habitantes, en 2017 la cifra se redujo a 8,88), unido al incremento de la esperanza de vida (hoy de 83 años, frente a los 81 años de hace una década), son responsables de que la fuerza laboral senior tenga un peso cada vez mayor y que, por tanto, se incremente el grupo de profesionales sin empleo que van a parar a esta franja de edad.
Sin embargo, también es significativa la cronificación del desempleo. Hay que destacar que muchos mayores pierden su empleo tras años en la misma empresa y se sienten desorientados a la hora de afrontar una nueva búsqueda, lo que alarga el tiempo que tardan en encontrar esa oportunidad laboral. Al mismo tiempo, una importante masa de seniors (fundamentalmente mujeres) siguen incorporándose al mercado laboral tras largos periodos de inactividad, para compensar los efectos de economías resentidas por los efectos a largo plazo de la crisis: devaluación salarial, disminución de ingresos y, en definitiva, pérdida de calidad de vida. Así, pasan de la inactividad al desempleo de larga duración, debido, en primer lugar, a las dificultades y el desconocimiento a la hora de reciclarse profesionalmente, así como a la discriminación que experimentan. Por tanto, no abandonan las listas del paro, sino que las van engrosando, acumulándose en las mismas cada nuevo ejercicio. Como muestra, un 65% de los desempleados mayores de 55 años es de larga duración, frente al 45% general.
“Cronificación del desempleo extrema”: un 43% lleva más de 4 años en paro[i]
Según los datos de la EPA del primer trimestre de 2019, el 65% de los mayores de 55 años lleva más de un año en paro, cifra 20 puntos porcentuales superior a la media de todas las edades (45%).
El informe de la Fundación Adecco confirma esta realidad y, además, ha querido profundizar en cuán extensas pueden llegar a ser estas situaciones de desempleo de larga duración. Para ello, se ha preguntado a los participantes en la encuesta por el tiempo que llevan en paro, obteniendo llamativos resultados. En primer lugar, la situación más habitual es la que podríamos llamar “cronificación del desempleo extrema”. Así, un 43% de los encuestados supera los 4 años sin trabajar. Asimismo, un 11% lleva más de 2 años sin encontrar empleo y un 7% acumula entre 1 y 2 años en esta situación. Con ello, obtenemos que un 61% de los parados mayores de 55 años es de larga duración, cifra similar a la proporcionada por el INE.
Los prejuicios, el gran freno
Si nos adentramos en las causas por las que los seniors encuentran dificultades tan destacadas en el plano laboral, podemos subrayar fundamentalmente dos. Por un lado, es frecuente la desactualización de competencias. Tras perder su empleo de toda la vida o después de largos periodos de inactividad, se enfrentan a un mercado diferente al que conocían, con un gran desconocimiento en cuanto a las nuevas fórmulas de búsqueda de trabajo.
En este caso, Mesonero apunta la necesidad de “acompañar a los mayores de 55 años en su reciclaje profesional, dotándoles de habilidades, recursos y conocimientos para que puedan competir en el mercado laboral. El objetivo ha de ser equiparar a los mayores con los jóvenes en materia de formación, de modo que su experiencia se convierta en un valor añadido”.
Sin embargo, el gran freno lo constituyen los prejuicios y estereotipos tan arraigados en el plano social y empresarial. “De nada sirve empoderar a los mayores si luego se encuentran con un mercado laboral que les da la espalda”- recalca Mesonero.
Como dato a resaltar, un 83% de los responsables de Recursos Humanos no ha seleccionado a ningún mayor de 55 años durante el último año. La encuesta de la Fundación Adecco ha profundizado en cuáles son las causas que han llevado al seleccionador a descartar al profesional senior. Es significativo cómo 4 de cada 10 (40%) admite que la edad le genera dudas para el desempeño del puesto, alegando los siguientes motivos: “sus conocimientos estarán obsoletos” (75%), “tendrá una menor flexibilidad” (60%) “no encajará en una plantilla mayoritariamente más joven” (34%) o su absentismo será superior, debido a mayores problemas de salud (25%).
Por otra parte, un 45% destaca que no ha contratado a ningún senior porque no ha tenido oportunidad de hacerlo, al no haber recibido candidaturas de este grupo de edad. Y, por último, un 5% alega otros motivos por los que no ha incorporado a ningún trabajador mayor a su plantilla.
Según Mesonero: “Estas creencias son producto de prejuicios y estereotipos muy asentados en el imaginario social, que se trasladan a las empresas y dan lugar a la discriminación por edad. Sin embargo, son pensamientos anacrónicos que empobrecen a las organizaciones y a la sociedad en su conjunto, al desechar valores tan habitualmente presentes en los seniors como la experiencia, la madurez, la templanza o la fidelidad. Además, resulta un absoluto contrasentido discriminar a un trabajador maduro, en una sociedad en máximos históricos de envejecimiento en la que la fuerza laboral senior va a ser la dominante y en la que la edad de jubilación tiende a incrementarse”.
Los prejuicios a los que se enfrentan los mayores de 55 años tienen un impacto directo en su autoestima. Así, el 90% opina que su edad le perjudica en la búsqueda de empleo y admite sentir inseguridad cuando acude a las entrevistas de trabajo. De hecho, un 58% considera que no podrá volver a trabajar nunca.
Un 37% de los mayores de 55 años que han acudido a la F. Adecco han encontrado empleo
Durante el último año, la Fundación Adecco ha generado empleo para 899 personas mayores de 55 años. Esta cifra equivale al 37% del total de mayores de 55 años que han acudido a sus oficinas en el último año: un total de 2.406.
Para ello, la Fundación Adecco acompaña a los desempleados senior, en aras de dotarles de recursos y herramientas para afrontar con éxito un proceso de selección, apostando por una atención transversal e individualizada que incide en todas las fases de búsqueda de trabajo: emocional (autoestima), competencial (conocimientos), empresarial (intermediación laboral), etc.
Según Mesonero: “trabajamos en paralelo con las empresas y las personas, para derribar barreras y prejuicios en las primeras y empoderar a las segundas, de cara a que cuenten con las herramientas necesarias para acceder a un puesto de trabajo y conservarlo. En el caso de los mayores de 55 años es muy necesario trabajar el reciclaje profesional, actualizando sus competencias para que conecten con las necesidades del mercado del momento”.