Durante el seminario 'Las finanzas sostenibles y su importancia en el futuro de la economía' organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie), Goirigolzarri ha recordado el problema de rentabilidad que atraviesa el sector bancario europeo, que desde la UE se pretende combatir mediante fusiones transfronterizas.
Sin embargo, el presidente de Bankia opina que estas transacciones presentan "grandes dificultades" en el corto plazo y que no completar la Unión Bancaria tiene una incidencia directa en el resultado: el 83% de los bancos que operan en la UE tiene carácter doméstico, cifra similar a la de hace diez años.
El directivo ha explicado que la regulación bancaria europea debe ser adaptada y transpuesta a la legislación nacional de cada país. Además, ha señalado los "escasos incentivos regulatorios" para hacer frente a las fusiones paneuropeas por razones de capital y de impacto en la cuenta de resultados.
"Los costes de reestructuración tienen un impacto inmediato, bien en la cuenta de resultados o bien en el capital, y no existen incentivos regulatorios", ha señalado Goirigolzarri, quien ha negado haberse visto sometido a algún tipo de presión desde Europa para fusionarse con otra entidad.
En la misma línea, el presidente de Bankia ha señalado que otro factor relevante que explica "esta pereza a la hora de hacer fusiones paneuropeas" es que solo el 30% de los bancos supervisados por el Banco Central Europeo (BCE) están cotizados, frente al 80% de los estadounidenses.
Así, los bancos no cotizados no están sujetos a una disciplina de mercado y los intereses de sus gestores pueden no estar alineados con la maximización de valor, ha explicado Goirigolzarri, quien ha apuntado que, en consecuencia, los marcos estratégicos para las fusiones transfronterizas "no son muy claros", lo que también resta incentivos.
Cuestionado por posibles OPAs de la banca americana sobre la europea, Goirigolzarri ha reconocido que podría parecer posible, pues la banca comercial española es "barata". "Pero los bancos americanos no saben viajar, los bancos americanos en el sector de banca comercial nunca han tenido experiencias internacionales, mmás allá de cosas puntuales", ha asegurado.
Por otro lado, ha dado la bienvenida a la entrada de nuevos competidores digitales, siempre que su actividad esté sometida a la nueva regulación. "Que a idéntica actividad tengamos una idéntica regulación, con independencia del actor que lo realice. Si este es el entorno, tenemos que dar la bienvenida a la competencia", ha explicado el directivo.
En su opinión, será relevante el establecimiento de una regulación clara en los próximos dos o tres años, cuando se establecerá "una dinámica divertida".
En esta línea, la mayor regulación a la que se ven sometidas las entidades bancarias está también mermando la rentabilidad de la banca europea por los mayores requisitos de capital, pero que además está en un proceso permanente de cambio que exige una continua adecuación y que genera "altos niveles de incertidumbre".