Alrededor de las 02:40 de la madrugada de este mismo martes se volvieron a incendiar varios contenedores en la zona de Son Canals y solo veinte minutos después se incendió un coche en la calle Pare Bayó.
La policía sigue investigando estos actos vandálicos que llevan desde 2017 azotando Palma y ya han generado pérdidas de 370.000 euros de dinero público en reponer contenedores. Pero por ahora no consiguen que dejen de dar trabajo a los bomberos apagando estos fuegos provocados.
De hecho, durante este año ya se han detenido cinco pirómanos en Palma, de diferentes zonas. El primero fue en Sant Sebastià en enero por la zona de Playa de Palma, y el último este lunes.
Aun así se desconocen las razones de estos individuos para dedicarse a incendiar contenedores, solo uno ha reconocido que es "por venganza". Lo que no deben ser conscientes, o sí, es de que los que pagan estos desperfectos son todos los ciudadanos de Palma.
