Según ha informado la UIB en un comunicado, el anillamiento científico es un método que permite obtener información sobre la biología de las especies o las rutas migratorias, entre otras cuestiones.
En concreto, consiste en identificar las aves con una anilla que se coloca en una pata y que contiene un número que nunca se repite, lo que permite saber de qué ejemplar se trata.
Esta tarea la tienen que llevar a cabo personas que tengan la formación necesaria para asegurar, por un lado, la integridad de las aves manipuladas y, de la otra, la precisión con la toma de datos.
La estación tiene dos objetivos principales: por un lado, acercar al alumnado al anillamiento científico de aves como método de estudio de las poblaciones de aves silvestres, y por otro lado, ofrecer a los estudiantes la posibilidad de empezar la formación como futuros anilladores.
Para poder presentarse a las pruebas, los aspirantes tienen que tener el aval de anilladores expertos, que son los responsables de su formación.