Durante velada beber, comer y bailar gratis es relativamente fácil. La mayoría de partidos políticos, por no decir todos, organizan sus actos de final de campaña. Cada uno ofrece lo que tiene y pretende arañar los votos que aún queden por decidir, animar a los de la abstención a cambiarse de banda o intentar persuadir para un cambio de voto de última hora. Sea como sea, pocos milagros se pueden pedir ya a estas horas.
Este sábado, jornada de reflexión y punto y final a la legislatura autonómica de los 'Acords Pel Canvi'. Un gobierno encabezado por la socialista Francina Armengol, la cual ha sufrido poco desgaste político a pesar de haber presidido el Ejecutivo autonómico. Armengol, empujada por la fua de las pasadas elecciones generales en que su formación, liderada por Pedro Sánchez, desbancó el Partido Popular como fuerza polítca más votada, parece ser la gran favorita a revalidar el cargo de presidenta.
Los 'Acords Pel Canvi', la hoja de ruta que firmaron a principios de legislatura los socialistas, Més per Mallorca, Més per Menorca, podemos y gente para Formentera han marcado estos cuatro años. Y los han marcado para lo bueno y para lo malo.
Las disputas internas de los morados que nunca quisieron participar del gobierno todo y darle apoyo externo, dieron más de un dolor de cabeza a la misma presidenta Armengol. La poltrona del Parlamento, antes ocupada por el ex Podemita Xelo Huertas, sustituida por el peculiar Baltasar Picornell fue uno de los capítulos más seguidos, polémicos y celebrados en el culebrón de Podemos.
Un culebrón que acaba (no sabemos si con punto y final o suspensivos) con la no renovación de ninguno de los siete parlamentarios que han sobrevivido la purga morada. En el camino han quedado los cadáveres políticos de la misma Huertas, Montserrat Seijas y el ibicenco Salvador Aguilera. Ni el presidente Baltasar Picornell repite en la lista autonómica, y prefiere probar suerte y optar a la alcaldía de Felanitx.
Més per Mallorca, socios de gobierno de los socialistas hasta el final, también han tenido que sufrir su particular travesía del desierto.
Las dimisiones de las consejeras Esperanza Campos, Ruth Mateo y del propio líder de la formación y vicepresidente Biel Barceló parecían llevar la formación ecosobiranista a un cuello de botella. Sin embargo, después de la tormenta llega la calma y los de más para Mallorca han sabido mantener la calma en sus filas, presentando ahora a Miquel Ensenyat, actual presidente del consejo de Mallorca, para gobernar en las Islas Baleares.
Més per Mallorca, fieles a sus principios decidieron abandonar el gobierno Armengol, aunque no dejaron de apoyar a los 'Acords Pel Canvi'. Optaremos por la misma fórmula de los morados de Podemos dar apoyo externo al Ejecutivo autonómico. El cese de su única consejera, Ruth Mateu fue, en este caso, clave para tomar esta decisión.
El populares de Biel Company se juegan el domingo uno de sus partidos más difíciles. Si los resultados de las últimas autonómicas, con José Ramón Bauzá todavía al frente de la formación conservadora, los dejó con sólo 20 escaños. La cifra más baja en la historia de esta formación en nuestra comunidad; los resultados del domingo podrían ser aún más nefastos. Así, Company sale a intentar salvar los muebles y perder el mínimo de efectivos posibles. Sin embargo las urnas dirán.
Y la marca Ciudadanos, que actualmente no Tee grupo parlamentario propio porque en las pasadas elecciones autonómicas sólo consiguieron dos diputados, los empujando los talones. A pesar de la purga aplicada a la formación naranja, que acabó repentinamente con la carrera política de Xavier Pericay, y la relativa desconocimiento de sus actuales candidatos, los resultados de las últimas generales parece que los acompañan.
VOX Baleares, la marca de Jorge Campos y Santiago Abascal en nuestra comunidad también se prepara para irrumpir por primera vez en el hemiciclo del Parlamento balear. Los votos dirán si lo hacen con la fuerza que querrían o si se tienen que conformar con una representación simbólica.
El de Jaume Font, propuesta por las Islas, el PI, actualmente con tres sillas en el Parlamento salen a ganar. Su objetivo es convertirse en formación bisagra, necesaria para formar gobierno. Han depositado, además, Josep Melià, uno de los hombres fuertes de la formación, el reto de conseguir desembarcar por primera vez en el Ayuntamiento de Palma. Una de las instituciones primordiales a la hora de negociar el reparto de cargos en caso de pacto.
Así las cosas, nos preparamos para unas elecciones muy abiertas donde puede haber sorpresas de todo tipo. Un paronama político difícil de concretar en estos momentos y que se puede extrapolar a la mayoría de administraciones sometidas a votación este domingo.