Tras una ruptura es muy común pensar que las mujeres lo tenemos más fácil a la hora de rehacer nuestra vida. Se trata de un argumento, desgraciadamente, muy extendido entre los hombres. A pesar de ello, es totalmente falso.

Las mujeres, sobre todo las que tienen hijos, no lo tienen más fácil para rehacer su vida. Están, estamos, siempre sometidas al qué dirán. A la presión social. Un hecho que no afecta en la misma medida a los hombres.

Al hablar de hijos la cosa se complica. Si papá tiene muchas novias es divertido, pero si mamá tiene que besar varias ranas antes de toparse con un príncipe azul ya no suena tan bien. Y la realidad es así de cruda.

Si las mujeres empezamos a convivir con nuestra nueva pareja...¡Mal! Si lo llevas a casa...¡Mal también! Hagamos lo que hagamos estamos constantemente cuestionadas. Os invito a que penséis en situaciones semejantes de personas próximas a vosotros...¿Ocurre o no ocurre tal y como os estoy diciendo?