Así lo ha explicado el secretario general del Servicio de Salud, Manuel Palomino, que ha añadido que las obras de demolición tienen unas características especiales, por estar el edificio ubicado en una zona con población humana y por contener grandes cantidades de amianto. Una vez finalizadas las obras de derribo, se iniciará la construcción de un nuevo centro sanitario para pacientes crónicos.
En primer lugar, se ha llevado a cabo el cierre de todo el perímetro y se ha aplanado el terreno sobre el cuál actuarán las máquinas. Posteriormente, se instalarán las marquesinas destinadas a las previsiones de residuos peligrosos, una báscula pesada de camiones y zonas de aparcamiento de maquinaria y de vehículos de personal.
Una vez terminada esta fase, se vaciarán los edificios y se retirará el mobiliario y todos los residuos que haya, para después proceder a la demolición. Debido a la estructura del recinto, que contiene edificios con diferentes alturas, la demolición se llevará a cabo por partes.
Primero, se empezará por la destrucción del módulo más bajo, que contiene tres plantas, para pasar luego a la demolición del edificio de seis plantas. Finalmente, se procederá a la demolición de los edificios más largos.
Palomino ha destacado en este aspecto que la empresa adjudicataria valorará los niveles de ruido y de polvo a diario, "para entorpecer lo menos posible la convivencia de los vecinos".
La demolición del edificio de consultas externas, que contiene cinco plantas y material con cantidades importantes de amianto, se llevará a cabo con medios mecánicos y una lona contra la proyección de residuos.
En este caso, los operarios tendrán que acceder al edificio con vestimenta de protección especial y máscaras. Cuando un operario acceda a la zona de trabajo, se impregnarán las superficies de fibro cemento con una superficie acuosa para evitar la emisión de fibras de amianto causados por el movimiento o la rotura accidental. También los operarios trabajarán en esta fase solo cuatro horas por días, las permitidas por ley en estos casos.
Por último, Palomino ha destacado que la empresa prevé que 2/3 partes de los residuos generados se destruirán en el mismo recinto. El material que sobre de este tratamiento se utilizará para regularizar la parcela, y el que se descarte se transportará a un gestor de residuos autorizados.
El nuevo centro sanitario, cuyo inicio de obras se prevé a principios del año 2020, contemplarán un edificio para pacientes crónicos con más de 200 camas, así como un hospital de día, entre otras instalaciones.