Según han informado fuentes de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), se explicó al CMML que podían mantener abiertas las instalaciones "mientras no fuera necesario cerrarlas" por las obras, si bien "tendrían que cerrarlas y vaciarlas en un plazo de 48 horas, cuando así se requiriera". "Firmaron la autorización", han apuntado.
En este sentido, han explicado que el 24 de abril se les indicó que tenían que abandonar y cerrar "porque ya afectaban las obras en la seguridad y la integridad física", dejando hasta el 2 de mayo de margen para hacerlo, "incluso más de lo que se acordó".
Sin embargo, según han indicado, desde las instalaciones se hizo "caso omiso" e, incluso, desde el restaurante "decían que nadie les había avisado". Por ello, la APB también ha presentado una denuncia "por no haber hecho caso a la instrucción".
Llegados a este punto, este lunes agentes de la Policía Portuaria han colocado un cartel en la puerta de acceso al edificio para evitar que pueda entrar gente, "es peligroso".
Asimismo, han informado de que la empresa constructora levantará un vallado y que, de esta forma, quede separado el espacio del edificio con el resto del puerto.
