La conducta se considera una infracción grave de la Ley de Actividades de 2013 y también puede suponer una multa de entre 3.000 y 30.000 euros, según ha informado el Ayuntamiento de Calvià en una nota de prensa.
Los hechos ocurrieron la noche del pasado viernes, en el marco del operativo conjunto que la Guardia Civil y la Policía Local desarrollan en el municipio.
El local sancionado, además, es reincidente. El verano pasado, una vecina de Palmanova denunció ante la Policía Local que en esta discoteca habían vendido bebidas alcohólicas a su hijo y sus amigos, y todos ellos tenían menos de 15 años. Concretamente se ofrecía un vaso de plástico rellenable de todo el alcohol que quisiera el cliente por el precio de cinco euros.
En agosto de 2018, el local también fue sancionado por incumplimiento de la Ordenanza de Convivencia, sancionable con una multa económica de 1.500 a 3.000 euros.
Con todo, ahora se sanciona por la Ley de Actividades, que permite el cierre del establecimiento, en virtud de un cambio de criterio de la Comisión de Actividades del Ayuntamiento. Además, el consistorio trasladó a la Policía Local en agosto del año pasado la necesidad de aplicar la normativa de la Ley de Actividades para frenar el ocio etílico entre los menores en el municipio.
Además, el nuevo régimen autonómico de instalación, acceso y ejercicio de actividades entró en vigor el miércoles de la semana pasada, dos días antes de sorprender al local de Punta Ballena vendiendo alcohol a menores. La modificación de la Ley supone sanciones más elevadas por faltas graves -de hasta 30.000 euros- y sanción accesoria que puede suponer el cierre durante dos años. De todos modos, la persona instructora del expediente es quien deberá valorar la gravedad del caso.
Desde el Ayuntamiento han recordado también que, dado que la venta de alcohol a menores es una práctica que se da a lo largo de todo el año y que "se ha corroborado que en las zonas turísticas se promueven ofertas etílicas desorbitadas", los institutos del municipio y los policías tutor participan en la campaña 'Aquí no vendemos alcohol a menores' con carteles para concienciar sobre este problema.
Según datos de la Conselleria de Salud, el 31,7 por ciento de los menores que consumen alcohol lo hacen en bares y pubs, y el 25,9 por ciento en discotecas.
El Ayuntamiento ha avanzado que la Policía y la Guardia Civil continuarán con la vigilancia "a los establecimientos que se sospeche que puedan vender alcohol a menores de edad".