Según el escrito de acusación del fiscal, los hechos ocurrieron una tarde de septiembre de 2016, en la que el acusado se encontró con la menor en la vía pública cuando circulaba con su coche. La chica tenía 14 años.
La Fiscalía sostiene que el hombre la invitó a subir al coche y ésta accedió, y que la llevó al a playa, a la casa de unos familiares en Magaluf -donde estuvieron un par de horas- y finalmente a su propio domicilio en Santa Ponça, donde la invitó a pasar la noche y le prestó un pijama.
El fiscal acusa al hombre de aprovecharse de la discapacidad de la menor para tocarle los pechos por encima de la ropa y relata que la menor le dijo que parara y el acusado se detuvo. Al día siguiente, cuando el hombre se encontraba hablando por teléfono, la víctima se marchó de la casa y fue encontrada en la calle por un transeúnte, en estado de gran desorientación.
La menor tiene una discapacidad mental del 43 por ciento reconocida por el Govern balear, por lo que la Fiscalía imputa al acusado un delito de abusos sexuales a menor de 16 años, del tipo agravado debido a la indefensión derivada del trastorno mental de la víctima.