El presidente balear del PP, Biel Company, no dudó en hacer pública y notoria su contrariedad cuando Maria Salom fue digitada por Pablo Casado para encabezar la lista popular insular a la cámara baja española. Situación esta que degeneró en uno de los vodeviles más bochornosos protagonizados por los populares y que acabó con Maria Salom de candidata al Senado por Mallorca y Margalida Prohens en el primer puesto de la lista al Congreso.
Sin embargo, nada se ha oído ni visto de Biel Company, ni de nadie más de la dirección regional del PP balear, cuando la beneficiada por el dedo áulico de Pablo Casado ha sido la veteranísima Rosa Estarás, que repetirá en la lista europea de los populares y encadenará, de no mediar un terremoto político, quince años en el paradisíaco destino de la cámara de Bruselas y Estrasburgo, opíparamente compensado con cerca de 9.000 euros mensuales.
¿Qué diferencia a Maria Salom de Rosa Estarás? ¿Por qué la veteranía de Salom es un hándicap y la veteranía de Estarás es un mérito? ¿Qué le debe Biel Company a Rosa Estarás que le hace postrarse genuflexo ante su reiterada designación?
Rosa Estarás, que decora su currículum vitae con la vicepresidencia del Govern de Jaume Matas –aunque no sabe ni recuerda nada de lo que en ese gabinete se gestó y que ha acabado en múltiples causas penales– y con la designación de José Ramón Bauzá como presidente del PP balear, ha sabido siempre moverse con soltura por los pasillos de la sede madrileña popular de la calle Génova. Una soltura que no se ha reflejado en decisiones del Parlamento europeo que hayan beneficiado directamente a Baleares, como la de permitir la Unión Europea un tratamiento fiscal especial para las Illes Balears similar al que ya tienen Córcega y Cerdeña o el alcanzar subvenciones más suculentas para el transporte de mercancías hacia y desde nuestros puertos.
Estarás, asimismo, acaba de protagonizar otro hecho sorprendente al abrirle las puertas de la cámara europea al proyecto urbanístico pseudouniversitario de Javier Cabotá, un empresario mallorquín implicado en turbios asuntos que le han llevado a ser denunciado ante los tribunales mallorquines. Proyecto este, además, del que ninguna institución de Baleares ni de Mallorca tienen ningún conocimiento y que, con la legislación territorial vigente, es absolutamente imposible de ejecutar.
Fuentes consultadas por Canal4 en la sede nacional del PP han mostrado su sorpresa ante la inquina cerval de Company contra Salom y su apego y atracción hacia Estarás. El motivo de estos sentimientos contrastados del presidente popular balear no los tienen aún definidos, pero siguen investigando para esclarecerlos.
