Durante su alegato final, el fiscal ha pedido al Jurado que "reflexionen" sobre "el valor de la vida como el bien más preciado" y se pongan "en la piel" de los familiares.
El representante del Ministerio Público ha asegurado que los acusados han "mentido" en el juicio y que sus novias, testigos presenciales, han "mezclado medias verdades", por lo que ha pedido al jurado examinar sus testimonios "con cautelas".
El fiscal ha dicho que el principal acusado propinó a la víctima "un golpe brutal con toda la rabia que pudo imprimir", y que lo hizo "a conciencia, a sabiendas del daño que estaba provocando" porque dirigió el ataque "a la cabeza, una zona muy delicada". Después, se apoderó del móvil "aprovechándose de la violencia" ejercida, según la Fiscalía.
Con todo, el fiscal no acusa de homicidio al otro acusado, sino de maltrato de obra (agresión sin lesiones), argumentando que el acompañante del presunto homicida no podía prever que su amigo fuera a propinarle el 'botellazo'. Además, considera que "la decisión de sustraer el móvil fue única y exclusivamente" del otro.
El fiscal ha concluido diciendo que la víctima era "un referente para su hermano" y "un chico pacífico". "Un testimonio que no hemos escuchado porque, sencillamente, no está aquí", ha enfatizado. La Fiscalía pide 18 años de cárcel para el acusado de homicidio, al que también imputa un robo, y multa para el otro.
Por su parte, la abogada de la familia ha mantenido su petición de 24 años de cárcel para cada uno de los acusados por asesinato. Cuando la letrada estaba interviniendo, el juez ha ordenado a los agentes de Policía que se llevasen al presunto homicida, porque no guardaba silencio. Mientras salía de la sala, el acusado ha espetado a los presentes que "no saben una mierda".
La abogada de la familia ha resaltado que los únicos testimonios con los que cuentan son de los propios acusados y de su entorno, y ha denunciado que son "versiones que se han inventado para intentar excusarse". Además, la letrada ha dicho que "no hubo ninguna pelea" sino "una agresión pura y dura" con "alevosía" por el carácter "sorpresivo" del ataque. La acusación particular sostiene que la víctima no pudo defenderse.
A diferencia del criterio de la acusación pública, la abogada considera autores a los dos acusados, uno como autor directo y el otro por acción omisiva, ya que "no hace nada para impedir el hecho" y "al contrario, está de acuerdo con él" puesto que "no le recrimina su conducta".
Además, les acusa de pertenecer a una banda criminal "peligrosa" llamada 'los guasones' de la que el principal acusado, conocido en el grupo como 'El Nea', sería "el jefe".
La letrada ha insistido que "las pruebas son tantas y tan contundentes", especialmente los datos obtenidos del móvil, "un testigo de cargo" para la acusación. Por último, la acusación ha remarcado que los hechos dejan "una familia rota para siempre" y que "un chico de 23 años ha visto truncada su vida", "probablemente una vida bonita que le hubiera esperado". Por ello, "en nombre de la familia" ha pedido a los miembros jurado "que hagan justicia".
Por su parte, las defensas han pedido la absolución. La del principal acusado ha cuestionado la instrucción de la causa diciendo que le parece "una novela policíaca redactada por un autor 'amateur'".
La letrada acusado a la Policía de haber seguido "una única línea" y ha cuestionado que a los acusados no se les exhibieran fotos de la víctima o que no se estudiara la geolocalización de sus móviles. Para la abogada defensora, la instrucción fue "muy rápida" porque "querían cerrar el caso rápido". "Los padres se merecían un trabajo riguroso y no se hizo", ha protestado.
Respecto a las acusaciones sobre 'los guasones', ha dicho que "no es una banda" sino "una pandilla" y ha sugerido que el móvil de la víctima fuera robado por otro individuo, y que esa persona fuera a la que agredió el acusado. También ha planteado que los hechos, en todo caso, pudieran calificarse de homicidio imprudente.
Finalmente ha intervenido la última defensa, la abogada del segundo acusado, al que la Fiscalía no imputa homicidio sino un delito leve penado con multa, si bien la acusación particular sí pide condenarle por asesinato.
La abogada ha dicho que el chico, que acompañaba al principal acusado la noche de los hechos, "no tuvo nada que ver" con la muerte del joven de 23 años porque "quien realmente provocó el conflicto" fue su amigo.
Ha considerado razonable que su cliente no auxiliara a la víctima porque la noche de los hechos "iba colocado de ketamina" y "no pudo prever de ninguna manera" las consecuencias, puesto que la víctima "se fue andando a su casa" y su familia tampoco llamó a una ambulancia.
También ha resaltado que su patrocinado y su pareja "han colaborado desde el minuto uno" mientras que la novia del otro acusado "casualmente no se acuerda de nada". Para la letrada, todas las pruebas apuntan al otro acusado, por lo que ha pedido al jurado que sea "objetivo".
Por último, ha terminado diciendo que si la víctima se hubiera cruzado solamente con su defendido, "a día de hoy seguiría vivo" pero que "por desgracia" se cruzó con el otro acusado.
Al terminar el juicio los acusados han rechazado hacer uso de su derecho a la última palabra. Con todo, los familiares se han quejado de que antes de salir, hacia las 15.20 horas, el presunto agresor haya hecho un comentario en voz alta sobre lo tarde que han terminado diciendo que ya era "hora de comer". El jurado ha sido citado mañana para deliberar y elaborar el veredicto.