Tengo la impresión de que el asunto de los patinetes se le ha ido de las manos a nuestras autoridades. No hablo de las baleares, que no están para estas cosas, sino en general, de quien sea que esté al cargo de regular este nuevo modo de transporte, tan práctico, tan sencillo y, sin embargo, tan conflictivo.
Hoy mismo he visto un carril bici de una céntrica calle palmesana invadida de patinetes eléctricos circulando a una velocidad suficiente como para matar a un peatón si llegan a atropellarlo. El respeto por el derecho de paso, como era de esperar, no existe. Y, atención, tampoco hay amparo jurídico ante cualquier accidente porque estas personas --¿o debo decir vehículos?-- no tienen la obligación de disponer de un seguro de accidentes. No tengo idea de la velocidad a la que pueden llegar a ir estos patinetes, pero me da la impresión de que fácilmente pueden superar los 25 kilómetros por hora, suficientes para que una colisión con un peatón tenga graves consecuencias.
Poco después, en la misma mañana, en el carril por el que iba circulando con mi coche, me encuentro delante con otro patinete prácticamente a la misma velocidad que yo, por supuesto sin casco, sin señales y sin otra protección que el cuerpo del viajero. Como conductor, uno espera que la calzada esté ocupada por un tipo de vehículos que tienen una capacidad de respuesta, que tienen una cierta protección contra colisiones y no un patinete, muy inestable, y carente de todo resguardo. Observen la contradicción: mientras la normativa de Tráfico nos exige disponer de chalecos reflectantes para el caso en que tengamos una avería con nuestro coche, un patinete puede ir por la calzada sin el menor indicador de su presencia.
Es evidente que esta realidad sobrevenida ha desbordado a nuestras autoridades pero es igualmente importante ponerse a trabajar rápidamente porque esto deja en el desamparo tanto a los propietarios de patinetes como a los propios peatones y conductores de coches. ¿Los patinetes son peatones que han de respetar las señales pensadas para ellos como los pasos de cebra, por ejemplo? ¿O son vehículos como los coches y las motos, que tienen derecho a circular por las calles?
Sé que la Administración ha hecho algo, pero también sé que nadie --yo tampoco-- tiene la menor idea de qué se ha legislado y, naturalmente, creo que entre quienes no tienen información sobre cómo va esto debe de estar la propia policía, porque no da la impresión de que este tema sea una razón de preocupación.
Como siempre, primero dejamos que el problema crezca y después, mucho después, nos planteamos cómo resolver los efectos del descontrol.
