Le llamábamos “Lucio”, como el pez. Le habíamos deformado un típico apellido alavés, y así se quedó para siempre. Fue mi profesor de dibujo durante varios cursos de EGB, y una de las personas más bondadosas y honestas que conocí en un aula. Además era sincero: “Barquero, eres un completo inútil para el dibujo, pero si aprendes a copiar bien te aprobaré”. Esto supuso una conmoción para mi. Hasta ese momento copiar en el colegio era hacer trampa, un engaño inadmisible porque suponía aparentar unos conocimientos que no se tenían. Pero el “Lucio” me explicó con paciencia que no todo era igual que recitar la lista de los reyes godos, o resolver una ecuación matemática. En el mundo de las artes solo un puñado de elegidos son capaces de crear algo nuevo, de tener un lenguaje propio capaz de romper con una tradición comúnmente aceptada. Así que el resto tenía que limitarse a copiar. “Eso sí, Barquero, también hay que aprender a copiar, y hacerlo bien”. He tratado de no olvidar nunca la lección.

            Al igual que en la pintura o en la literatura, la política es un arte en el que es muy difícil inventar. Los grandes problemas no difieren demasiado en sociedades con similares factores políticos, económicos, históricos y culturales. Como es difícil que estas cuatro características converjan de manera exacta en dos países, surgen las peculiaridades de cada Estado. Por eso el populismo juega con ventaja en el corto plazo. Al consistir en una no ideología, o en una ideología amorfa, puede copiar los mensajes y adaptar la simpleza de su discurso en función de las circunstancias. Pero ya lo decía el “Lucio”: hay que saber copiar.

“Rabia y miedo son los que llevan a la gente a las urnas”. El partido de Abascal crece en las encuestas por dos motivos principales.

            Steve Bannon fue el principal estratega de Donald Trump en su camino hacia la presidencia de los Estados Unidos. Más tarde lo sacaron a empujones de la Casa Blanca, y también de Breitbart News, la potente web de noticias que funciona como altavoz de la derecha radical en Norteamérica. A partir de su descalabro en Washington la inteligencia peligrosa de Bannon esta centrada en construir “El Movimiento”, una corriente que englobe en Europa a todo el populismo nacionalista y xenófobo. Y en ello está, impartiendo doctrina, influyendo y tratando de exportar el modelo que triunfó en Estados Unidos en 2016. VOX es uno de sus alumnos, que pasará su primer gran examen electoral el próximo 28 de Abril.

            La primera lección del “profe” Bannon se puede leer en varias de sus entrevistas, y reza así: “rabia y miedo son los que llevan a la gente a las urnas”. El partido de Abascal crece en las encuestas por dos motivos principales. El primero es el conflicto catalán. Hay una parte significativa del electorado que está harta del procés, y enfadada por la respuesta que ha dado el Estado a un desafío que pulveriza la Ley y las instituciones democráticas. O sea, rabia. De paso se aprovecha esta excusa para cuestionar todo el modelo autonómico que consagra nuestra Constitución.

            El segundo motivo en importancia de la expansión de VOX es la inmigración. El discurso buenista e irresponsable de la izquierda sobre el principal problema que afecta a la Unión Europea en su conjunto ha facilitado el aterrizaje de sus ideas xenófobas. O sea, el miedo. Un tercer motivo, en mi opinión de menor influencia que los dos primeros en la decisión del voto, se centra en la reacción de una parte del electorado frente a la ideología de género.

            Pero claro, la campaña es muy larga y hay que explotar otros temas para no quedarse cortos, o no parecer cortos. Y entonces van y copian. Por extraño que nos suene aquí, el derecho individual a portar armas aparece en el ADN fundacional de los Estados Unidos por motivos históricos que nada tienen que ver con Europa. Aquello era un territorio inmenso sin fuerzas de seguridad capaces de desplegarse a tiempo para proteger a granjeros aislados de los cuatreros a caballo. Hasta tal punto era así que ese derecho se recogió en su Constitución. Ahora resulta que según Bannon y sus copiones, en España viven millones de ciudadanos asustados por si les entran de noche en casa, les roban y violan a su mujer e hijas en su presencia.

“La verdadera oposición son los medios. Y la forma de lidiar con ellos es llenarlo todo de mierda”. La estrategia funcionó en Estados Unidos.

            El exceso de garantismo en algunas decisiones judiciales ha llevado a sentencias absurdas al constreñir en exceso el concepto jurídico de legítima defensa. Pero en lugar de proponer una modificación del Código Penal para evitar esas interpretaciones que llegan a situar a la víctima como culpable, VOX prefiere aparecer como la sucursal española de la Asociación Nacional del Rifle americana, y repartir con más alegría armas fuego entre la población. Justo como ha hecho Maduro en Venezuela. Esto es lo que el “Lucio” llamaría copiar mal.

            La segunda gran lección del “profe” Bannon dice textualmente así: “la verdadera oposición son los medios. Y la forma de lidiar con ellos es llenarlo todo de mierda”. La estrategia funcionó en Estados Unidos, un país que va más allá de Nueva York y sus élites financieras e intelectuales, con un peculiar sistema electoral y estados muy poblados donde la gente no ve la CNN, ni lee The New York Times. La imagen de Trump recién elegido presidente enzarzado a gritos con una periodista en su primera rueda de prensa quedará para el recuerdo, y el oprobio. Ahora VOX en Baleares copia a Bannon, y expulsa a los periodistas de Diario de Mallorca de un acto público en su sede. La agresividad verbal de su líder en las redes sociales contra los profesionales de ese periódico es una copia esperpéntica de los tuits de Trump insultando de madrugada. Más allá del respeto al derecho de información en una democracia, lo de VOX en Baleares con Diario de Mallorca supone confundir Es Raiguer con Wisconsin. O sea, copiar mal.