Las primeras detenciones se produjeron el pasado martes en colaboración con personal de seguridad privada de un centro comercial de Palma, gracias a la habilidad de una empleada que se percató de que habían accedido al local tres mujeres, dos de las cuales ya habían hurtado productos valorados en más de 3000 euros unos días antes.
Las mujeres sustrajeron en esta ocasión ocho productos valorados en otros 600 euros, pero merced a la alerta dada por la encargada de perfumería de una conocida cadena comercial fueron interceptadas por los vigilantes y posteriormente detenidas por los agentes de la Policía Nacional.
La técnica empleada es la conocida como "bolso Faraday", esto es, portaban cada una de ellas un bolso de señora con una cobertura de papel aluminio colocada entre el forro y el cuero del bolso de tal manera que parezca un bolso normal, pero que evita que suenen las alarmas al salir por el arco de seguridad sin pagar los productos.
Investigaciones posteriores permitieron identificar a una cuarta mujer implicada en los hechos, procediéndose al registro de los domicilios de las sospechosas, en los cuales se intervinieron diversos productos, procedentes de cinco comercios distintos.
En su mayor parte se trata de perfumes que posteriormente revendían de manera ilícita a particulares, pero también bisutería, ropa y hasta juguetes.
El importe total de los hechos esclarecidos supera los 4.000 euros, si bien se ha comprobado que llevaban actuando al menos desde el pasado otoño, pues se han recuperado prendas retiradas del comercio en las pasadas rebajas y que, como muchos de los productos recuperados, no habían sido denunciados por las tiendas perjudicadas al no percatarse tras producirse los hechos, y darse cuenta de la falta de los productos al hacer inventario, momento en el cual no pueden saber si han sido víctimas de un delito o de un simple descuadre de existencias, lo que favorece la impunidad de este tipo de hechos.