En la jornada de este miércoles han declarado todos los testigos de la causa, entre ellos sus familiares, compañeras de trabajo y el policía que detuvo a Pantoja, entre otras personas.
De esta manera, ya han terminado de declarar ante el juzgado todos los testigos que debían hacerlo por lo que, a no ser que haya algún tipo de novedad, esta parte de la investigación --la testifical-- ha terminado a pesar de que la instrucción no haya concluido todavía.
Las declaraciones han empezado sobre las 09.30 horas y se han prolongado hasta las 12.30 horas.
El crimen ocurrió el 16 de noviembre de 2018 por la tarde. El acusado, que se encuentra en prisión preventiva, acuchilló varias veces a su expareja que se encontraba trabajando en la línea de cajas del establecimiento con un arma blanca, tipo machete, y después salió huyendo. Fue detenido en una calle cercana.
Después de ser detenido, la noche del crimen, Rafael Pantoja intentó autolesionarse en la celda de las dependencias policiales y tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario de Son Espases. En el centro, rechazó declarar ante la Policía.
Cabe recordar que la víctima había presentado una denuncia por daños cuatro días antes del crimen, al encontrar las ruedas de su coche pinchadas. La mujer atribuía estos hechos a su expareja y afirmó sentirse acosada. Por este motivo, se han abierto dos procedimientos distintos, uno para investigar el asesinato y otro para esclarecer la denuncia por acoso.
Además, la Policía Nacional abrió una información reservada tras detectar fallos en la tramitación de esta denuncia, y dos responsables de la Unidad de Familia y Menor (UFAM) fueron apartados de la unidad.
El Govern, a través de la Abogacía de la Comunidad Autónoma, se personó como acusación en la causa por asesinato, como hace habitualmente en todos los casos de crímenes machistas. Tanto la Abogacía de la Comunidad como la Fiscalía acusan a Pantoja de asesinato con alevosía y amenazas.
La representación de la Comunidad Autónoma aprecia también ensañamiento, y agravantes de parentesco y de género. La petición de pena todavía no se ha concretado pero podría ser la máxima por este tipo de delitos, es decir, 25 años de cárcel.