Además de intentar matar a su padre y agredir a su hermano en agosto de 2016 en Ciutadella, hechos por los que la Fiscalía pide 31 años de prisión.
Según el escrito de acusación del fiscal, el 25 de agosto de 2016 el acusado se encontraba de vacaciones junto a familia y amigos en Ciutadella cuando, tras no poder dormirse y bajar a la cocina para coger un cuchillo de 17 cm de longitud y 2 cm de hoja, se encerró en su habitación con pensamientos suicidas y armado con el cuchillo.
Según la Fiscalía, la madre bajó a la habitación del acusado para evitar que se suicidara cuando éste se abalanzó sobre ella y le asestó 39 puñaladas en cabeza, tórax y abdomen, causándole la muerte. El relato del fiscal señala que el acusado asestó 3 puñaladas a su padre en el tórax y el abdomen después de que acudiera a la habitación para socorrer a su esposa mientras el hermano del acusado, en un forcejeo para quitarle el cuchillo, resultó herido en su mano izquierda.
En el escrito, el fiscal sostiene que el acusado se infringió a sí mismo durante los hechos numerosas puñaladas con la intención de quitarse la vida.
El acusado, en prisión preventiva desde el 30 de agosto de 2016, tenía diagnosticado una esquizofrenia paranoide aunque el fiscal señala en su escrito que durante los hechos "no tenía mermadas sus capacidades cognitivas".
La Fiscalía, que aprecia la circunstancia agravante de parentesco, pide imponer al hombre una pena de 23 años de prisión por un delito de asesinato y 8 años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa, así como la prohibición de acercarse a su padre y hermano durante 5 años a una distancia no inferior a 500 metros, los costes procesales y una indemnización de 13.702 euros por las lesiones y secuelas causadas a sus familiares.