La Policía Nacional descubrió los hechos y le detuvo. Esta semana, como ha publicado 'Diario de Mallorca', el sospechoso declaró por un delito contra la salud pública y reconoció los hechos.
El okupa admitió que se introdujo en una planta baja situada en las inmediaciones del barrio palmesano del Camp Redó, al percatarse de que el domicilio estaba deshabitado y vacío desde hacía tiempo.
Pues resulta que este inmueble había sido donado a Projecte Home, una asociación sin ánimo de lucro, que desde hace más de 30 años lucha para rehabilitar y reinsertar a personas que padecen adicciones.
El culpable, sin conocer este dato, instaló focos y acondicionó la vivienda para favorecer el cultivo de 225 plantas de marihuana. Los agentes de la Policía Nacional desmantelaron la plantación tras practicar un registro domiciliario en la vivienda.