Hoy me he desplazado a un nuevo lugar al habitual, aquí en Colombia. Lo he hecho ante una iglesia porque he venido a orar. Voy a orar por mí y también por Mateu Isern, el candidato a la alcaldía de Palma por el PP. Para que se obre el milagro.

Veo con estupefacción como esta semana Isern anuncia a bombo y platillo que cambiará el césped de todos los campos de fútbol de la capital. ¡Olé tú! Como si no hubiera cosas más importantes.

Habrá quienes me rebatan que es muy importante tener las instalaciones deportivas al día para que los jóvenes se centren en el deporte y no se desvíen por otros caminos, menos sanos y más adictivos, de la vida. Y no les falta razón, pero... ¿No había mejor anuncio que hacer?. ¿No sabe Isern aprovechar la oportunidad?

A la vista de como se van sucediendo las cosas no sé si la oración será suficiente para hacer el milagro y salvar a Isern, y al PP, de la gran derrota electoral.