En este sentido, Cerdeiriña ha propuesto la prolongación de los permisos de maternidad, la conciliación familiar y la sensibilización de entradas y salidas del trabajo que, a su juicio, "podrían ayudar a rebajar dicha desigualdad" y, asimismo, también ha sostenido que podría llevarse a cabo su promoción interna en la empresa ya que, "por primera vez", "el esfuerzo invertido en estudios por las mujeres se está viendo recompensado" y ha explicado que los contratos de técnicas profesionales y científicas -mujeres con estudios superiores- han aumentado un 6,15 por ciento, de 22.193 contratos a 23.559.
Asimismo, ha apuntado que parece que "se estén recuperando tímidamente los niveles de empleo en las mujeres y su calidad" y ha añadido, en esta línea, que también hay más contratación indefinida para ellas, que han pasado del 43 por ciento al 45 por ciento del total de indefinidos, reduciendo de esta forma el porcentaje de los hombres en este tipo de contratación.
En términos más generales, a nivel de contratación, en 2018 hubo un total de 529.341 contratos, de los cuales 288.787 pertenecieron a hombres -el 54,55 por ciento- y 240.554 a mujeres -el 45,44 por ciento-, lo que supone que entre ambos se realizaron unos 7.000 contratos menos que en 2017.
Del total de contratos realizados a mujeres, un 82,09 fueron temporales -197.471- y, además, de éstos el 40,43 pertenecieron a contratos de tiempo parcial. En el caso de los hombres, la tasa de parcialidad fue muy similar, del 82,17 por ciento, aunque, en su caso, solo el 24 por ciento de ellos fueron a tiempo parcial.
En esta línea, la brecha de parcialidad -sobre contratos a tiempo parcial- sigue presente, y desde 2008 hasta 2018 ha aumentado un punto entre ambos sexos, de 14,56 a 53,53, "las mujeres firman mas contratos a tiempo parcial que los hombres" y, sobretodo, "en la franja de 35 a 54 años".
Por lo que respecta a la tasa de actividad, del total de población activa -ocupados o en el paro- "ha aumentado en 2018 ligeramente" la tasa en mujeres, del 58,14 en 2017 al 59,06 en 2018, que se enfrenta a la reducción en los hombres del 70,16 al 69,87, cogiendo los mismos años, "lo que supone una disminución ligera de la brecha de actividad".
Sin embargo, la brecha de actividad "sigue siendo muy elevada", desde el 2008 hasta el 2018, la tasa de actividad ha caído 6,01 puntos porcentuales, ya que la tasa de las mujeres ha subido 2,52 puntos y la de los hombres 3,56 en los 10 años, lo que significa una brecha del 10,81.
Asimismo, en relación al paro la secretaria de Empleo y Formación de CCOO en Baleares, Yolanda Calvo, ha destacado que es "curioso" que la tasa de paro de larga duración ha subido en los 10 años citados, aunque, sin embargo, "si veíamos que en 2008 la tasa era mayor en el caso de las mujeres, en 2018, son los hombres los que presentan una tasa más alta de paro de larga duración. En 2008 los hombres tenían un 1,02 y las mujeres un 1,5, y el pasado año fueron 3,85 y 2,96, respectivamente.
Por otro lado, Calvo ha detallado que hay más mujeres en 2018 que reciben prestaciones por desempleo -Prestación contributiva, subsidios, RAI y PAE-, un total de 20.258 frente a 23.921.
Con todo, Cerdeiriña ha concluido que "hay cifras positivas" -basadas en el Instituto de Estadística de Baleares (Ibestat), Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE)- pero "aún falta", a su juicio, "más dialogo social y colectivo" para trabajar con las mujeres y "atajar la brecha y la desigualad".