Según los datos, en el otro lado de la balanza, las menos desiguales serían Canarias y Extremadura, comunidades en las que aun así cobran un 16,6 por ciento y un 20,1 por ciento menos, si bien en ambos casos la menor brecha se debe principalmente a los bajos sueldos de los hombres en estos territorios.
Gestha señala que la brecha salarial se ensanchó en 104 euros en 2017 con respecto al año anterior. Aunque las diferencias de sueldo se redujeran un 15 por ciento entre 2005 y 2015, desde entonces no han dejado de aumentar y en los tres últimos años se ha incrementado en 229 euros.
No obstante, si se amplía el foco a 2005, en estos últimos 12 años la brecha salarial de la mujer se redujo en 672 euros, excepto en Madrid y Ceuta, y Gestha calcula que, a este ritmo, harían falta 87 años para eliminarla, aunque en casos más extremos como el de Galicia se tardaría 615 años y en La Rioja, 421 años.
Por ello, los técnicos de Hacienda instan a tomar medidas para reducir los plazos de tiempo necesarios para acabar con estas desigualdades, como por ejemplo el aumento de plazas de escuelas públicas infantiles de 0 a 3 años y en centros especializados para la atención y el cuidado de personas mayores o dependientes.
Los cálculos de Gestha demuestran que la brecha salarial aumenta con la edad, intensificándose en las edades donde se concentra la maternidad y el cuidado de los mayores. Así, los saltos más significativos se producen a partir de los 36 y 46 años y las mayores diferencias de sueldo entre unos y otras se localizan a partir de los 65 años, una edad en la que la brecha supera los 11.400 euros.
Asimismo, las mayores de 65 años no prolongan su actividad laboral en la cúspide retributiva, pues la brecha salarial a partir de esa edad es de un 136,6 por ciento del sueldo medio de la mujer de esa franja de edad.
Los técnicos de Hacienda explican que las causas de la brecha salarial se deben, por un lado, a que las mujeres ocupan mayoritariamente los trabajos más precarios, con jornadas parciales y sueldos anuales por debajo de los 7.400 euros.
Por otro, al "techo de cristal", ya que a partir de los 60.000 euros anuales apenas copan un tercio de los puestos de trabajo, desplomándose a casi dos de cada 10 trabajadores en el 'top salarial' con ingresos de más de 126.000 euros, donde además la brecha salarial de las mujeres más cualificadas se acrecienta hasta los 18.000 euros anuales, un 14,3 por ciento de su sueldo medio.