Para cumplir este programa, es necesario establecer un gasoducto virtual Barcelona-Mahón, que implicaría disponer de una cadena logística de transporte marítimo de GNL (gas natural licuado) mediante ISO-contenedores criogénicos entre Barcelona y el puerto de Maó.
Paralelamente, y ya dentro de la Central, el proyecto contempla la construcción de un sistema de almacenamiento y vaporización para uso exclusivo en sus instalaciones y la adaptación de las turbinas de gas 3, 4 y 5 para el uso de gas natural. Al mismo tiempo, los actuales motores diesel Burmeister también deberán ser modificados para poder utilizar gasóleo en lugar de fueloil como combustible.
Incidiendo en los objetivos generales, este proyecto permitiría una reducción drástica de las emisiones. Reduciría el CO2 en un 26%, el grupo de gases NOx en un 87%, el SO2 (dióxido de azufre) en un 90% y la emisión de partículas en un 72%. Además, con el paso a gas de la Central se obtendrían unos ahorros netos al sistema en torno a 9,5 millones de euros en el periodo 2021 a 2.026.
El proyecto podrá empezar a ejecutarse cuando se obtenga la resolución de compatibilidad del MITECO y los permisos y las autorizaciones autonómicas, insulares y locales.
Con ello, la Central de Maó garantiza durante este periodo una capacidad neta instalada de 245 MW. El gas natural licuado resulta del enfriamiento del gas natural a -161ºC. Esto permite reducir 600 veces su volumen y, al ser líquido, favorecer el transporte. Llegado a Mahón, será almacenado en los nuevos contenedores de la central y transformado (vaporizado) para su uso, un procedimiento óptimo y respetuoso con el medio ambiente. La experiencia de las centrales alimentadas con gas natural existentes en Mallorca e Ibiza, así como la existencia de gasoductos virtuales operativos en la actualidad, como el de la isla portuguesa de Madeira, garantizan la fiabilidad del programa.
