La llegada de turistas internacionales a España ha crecido un 55% desde 2010 hasta alcanzar los 82 millones de visitantes en 2017, posicionando al turismo exterior como uno de los principales motores de la economía española durante la recuperación, según BBVA Research.
Entre los factores que explican el buen desempeño del sector durante el último lustro y su desaceleración actual destacan las fluctuaciones en las tarifas hoteleras y en los costes de transporte, el avance económico de los principales mercados de origen y la evolución de las tensiones geopolíticas en algunos de nuestros mercados competidores como Turquía, Túnez o Egipto.
Sin embargo, durante los últimos meses, estos 'vientos de cola' se podrían estar agotando por ello desde el servicio de estudios de BBVA se insta al sector a tratar de reducir costes para rivalizar con los principales mercados competidores o enfocarse en turistas de mayor valor añadido.
"Sería recomendable que el sector se embarcara en un cambio de modelo productivo, hacia los segmentos de mayor valor añadido y menor incidencia estacional, con una menor dependencia de la competitividad vía precios", asegura.
En este escenario, otros sectores de la economía española "tendrán que asumir el reto de relevar al turismo como uno de los motores del crecimiento y de la creación de empleo".
Entre los retos más importantes señala la necesidad de aumentar la diversificación y la importancia de reducir la estacionalidad. Así insta a España a ganar cuota en nuevos mercados lo que aumentaría la demanda esperada y disminuiría los riesgos futuros. El mayor crecimiento potencial se situaría en mercados menos próximos (por ejemplo, Rusia y China) que ofrecen un turismo de mayor calidad.
Además, el informe concluye que se deben tomar medidas para mejorar la competitividad. España sigue recibiendo una gran parte de sus visitantes de forma concentrada en determinadas temporadas del año. Por ello, se necesitaría ampliar la temporada turística y potenciar los destinos menos tradicionales, apunta BBVA Research.
Para los analistas de la entidad, el mercado turístico nacional debe competir, aunque no sólo en precios. Para ello, sería conveniente contar con un marco regulatorio que favorezca la competencia, el crecimiento y la sostenibilidad.
En último lugar se insta a España a impulsar la formación y la inversión en nuevas tecnologías que permitan llegar al cliente final con facilidad.