Por primera vez no ha leído el manifiesto un historiador, sino la dramaturga Carme Planells y en el que se ha destapado el 'Árbol de la memoria', un relieve en metal que señalizará las fosas de la Guerra Civil.
Planells ha leído su manifiesto, que lleva el título 978/36, el número que llevaba la causa contra los cuatro representantes institucionales asesinados un 24 de febrero de 1937, en el que ha querido recordar a la profesora Francesca Xamena y a todos "los que padecieron las consecuencias de defender la República".
Planells ha querido hacer un paralelismo con los tiempos actuales referente a la libertad de expresión, afirmando que vivimos tiempos donde "la cultura es peligrosa" y sugiriendo que "el hecho de escribir una canción, un tuit o un rap" puede suponer la cárcel, lo que ha suscitado numerosos aplausos por los asistentes.
La consellera de Cultura, Fanny Tur, ha recordado en su discurso que el relieve presentado este domingo quiere representar "el reconocimiento a los ciudadanos que hace 80 años lucharon por los valores de la República, y por derechos tan básicos como el derecho de voto por las mujeres, la igualdad, el derecho a la inviolabilidad del domicilio, entre otros, y en definitiva todos los valores que representan a democracia".
Además, ha recordado en su discurso que "vivimos tiempos preocupantes" y que no hay que caer en la trampa de creer que "si defendemos derechos tan básicos como el derecho a votar o el derecho de expresarse en libertad, somos los culpables de la reacción reaccionaria". "Vivimos tiempos preocupantes, pero llenos de esperanza", ha concluido Tur.
El Día de Recuerdo de las Víctimas de la Guerra Civil y del Franquismo se estableció en recuerdo al 24 de febrero de 1937, cuando los alcaldes de Palma y de Inca, Emili Darder y Antoni Mateu, el diputado Alexandre Jaume y el empresario de Alcúdia Antoni Maria Ques fueron asesinados por los falangistas.